
A propósito de la política económica del gobierno nacional
Un plan económico “ferpecto”
El modelo económico de Javier Milei lleva en su ADN la semilla de su derrumbe, aunque pocos estén hoy dispuestos a admitirlo. Sectores sociales que gozan del presente en un frenesí de consumo, a la vez que desentendidos del destino colectivo, sustentan una lectura optimista y cortoplacista de los hechos. El individualismo extremo, aquel que considera que “mis éxitos son consecuencia de mis esfuerzos y atributos personales, y mis fracasos son responsabilidad del Estado y de un país condenado al atraso” es un ingrediente más del caldo de cultivo que se viene espesando desde hace décadas, y que permitió la emergencia de gobiernos –dictatoriales o democráticos– con el consenso necesario para reformatear a la sociedad y la economía de nuestro país, en un claro modelo que opera en “dos velocidades”.








