Abogado de MA en la causa por encubrimiento al Atentado

Rodrigo Borda: “El impacto del juicio trascenderá a la comunidad judía”

“Las víctimas no tienen la obligación de cargar con el peso de llevar adelante la investigación. Esto es un síntoma de una actuación defectuosa de nuestro sistema judicial”, señala el Dr. Rodrigo Borda, abogado de Memoria Activa en la causa por el encubrimiento al Atentado a la AMIA, para quien “el Ministerio Público Fiscal no se ha caracterizado por tener una actitud acorde a los hechos que se investigan”. A la vez, Borda señala que esta causa “va a poner en tela de juicio tanto el comportamiento de ciertos dirigentes de la comunidad como la actitud de altos funcionarios de distintos poderes del Estado argentino”.
Por Erick Haimovich

NS- Tras la excusación de numerosos jueces, se conformó finalmente el Tribunal que juzgará la causa por el encubrimiento del Atentado a la AMIA. ¿Quiénes son los principales imputados y por qué se los acusa?
RB- Se juzgarán maniobras de encubrimiento de la investigación del Atentado a la AMIA que fueron realizadas por funcionarios de los distintos poderes del Estado. Entre los acusados se encuentran el ex juez Juan José Galeano, los fiscales Mullen y Barbaccia (que intervinieron en la investigación del Atentado a la AMIA), diversos funcionarios de la Policía Federal (como Palacios y Castañeda), el ex jefe de la SIDE (Hugo Anzorreguy), el ex presidente de la Nación (Carlos Menem), un miembro de la dirigencia de la comunidad judía (Rubén Beraja). También se acusa a un imputado del Atentado a la AMIA, Carlos Telleldín, por haber recibido dinero para modificar su declaración e inculpar falsamente a otras personas por el Atentado. En su momento estuvo imputado el hermano del entonces presidente, Munir Menem, fallecido hace unos años, motivo por el cual la acción penal sobre él se extinguió.
Los delitos que se imputan son diversos, de acuerdo a las personas. Entre ellos se encuentran el delito de peculado, relacionado con el uso de fondos públicos para un fin ilegítimo (y acá hago alusión al pago a Telleldín), encubrimiento, falsedad en el expediente judicial, coacción a diversos testigos y coacción ilegítima de la libertad.

NS-En el último año diversos comunicados de Memoria Activa denunciaron la nula participación del Ministerio Público Fiscal y de la querella de la dirigencia de la comunidad judía en las audiencias vinculadas a la causa Encubrimiento. ¿Podés desarrollar sobre qué se trata esta denuncia?
RB- En función de lo que se ve en el expediente, se observa una participación poco significativa, por no decir casi nula, de la querella de AMIA y DAIA. Prácticamente no participan de las audiencias, no instan la investigación, no realizan actos procesales que pongan en evidencia, por lo menos, una actitud proactiva.
Con respecto al Ministerio Público Fiscal, puedo decir dos cosas. En primer lugar, esta es una causa donde se están investigando a algunos de los fiscales que intervinieron en la investigación del Atentado. Por lo tanto, desde el inicio, hay razones para ser críticos de la actuación del Ministerio Público Fiscal en la lucha contra la impunidad. En segundo lugar, en relación a la investigación del encubrimiento, el Ministerio Público no se ha caracterizado por tener una actitud acorde a los hechos que se investigan. El fiscal ante la Cámara de Casación, Raúl Plee, llamativamente se posicionó a favor de los imputados. Los fiscales de primera instancia han avalado sobreseimientos cuestionables, que sólo se han revertido en función de recursos de apelación que fundamentalmente impulsó la querella de Memoria Activa. A algunas audiencias solo iban las querellas, y Memoria Activa tuvo que hacer una gestión frente al fiscal coadyuvante, Alberto Nisman, para solicitarle que participe, como finalmente ocurrió. En su momento, Memoria Activa se lo hizo saber a la Procuradora General de la Nación, la Dra. Gils Carbó, como ejemplo de las actuaciones que nos parecía que no debía tener el Ministerio Público Fiscal. Estas actuaciones no están a la altura de la gravedad del caso que nos ocupa.

NS- ¿Cómo describirías el accionar de la querella de Memoria Activa?
RB- Puedo señalar que el compromiso que tiene la querella de Memoria Activa, reconocido por amigos y otros que no son tanto, es innegable e inobjetable. Haciendo una comparación entre la querella de Memoria Activa y otras, la diferencia es muy clara. Esa diferencia puede responder a diversas razones: algunas puede que tengan menores recursos; hay otros casos en donde las razones parecen ser otras, no creo que el motivo de la poca participación de la querella de AMIA y DAIA en esta causa sea la falta de recursos.
Según mi evaluación, la causa encubrimiento sigue vive por el accionar de Memoria Activa. No somos la única querella, hay otras que también participan de las audiencias e impulsan la investigación, como la querella del Ministerio de Justicia que acompaña la acusación y la sostiene. Pero ninguna querella tiene el protagonismo que tiene la de Memoria Activa. La querella de Memoria Activa tuvo un rol muy significativo incluso cuando yo no tenía ningún rol en el caso, desde siempre, en casos como en la denuncia al Estado argentino frente a la OEA, o bien en el juicio por el Atentado a la AMIA, con un posicionamiento divergente, criticado en su momento, pero que el tiempo le terminó dando la razón.
Memoria Activa tiene que tener, lamentablemente, una actitud proactiva. Digo lamentablemente porque en muchas ocasiones los organismos del Estado, que son los que deberían impulsar la investigación, no están a la vanguardia de la investigación sino más bien lo contrario. Esto lleva a que haya un protagonismo indeseado, puesto que esto no debería ocurrir. Las víctimas no tienen la obligación de cargar con el peso de llevar adelante la investigación. Esto es un síntoma de una actuación defectuosa de nuestro sistema judicial.

NS- En el alegato de Memoria Activa en el juicio oral, se formuló la siguiente pregunta retórica: “¿Qué esperan los líderes de la comunidad judía para iniciar el debate autocrítico más profundo de su historia?”. ¿Creés que el juicio oral por encubrimiento puede funcionar como bisagra en el liderazgo de la comunidad judeoargentina?
RB- Todo juicio penal sirve para fijar el registro histórico del hecho que se juzga, porque permite reconstruir y establecer cómo ocurrieron los hechos. Por un lado, se tratará de entender por qué se encubrió el Atentado. Por otro, este juicio también permitirá entender algunas cuestiones aún no investigadas del Atentado en sí mismo.
El resultado del juicio por encubrimiento no sólo va a ser un punto de inflexión dentro de la comunidad judía, sino que también va a ser un punto de inflexión en la sociedad argentina. Y nos va a llevar a la reflexión a todos los argentinos como sociedad, porque se va a poner en tela de juicio tanto el comportamiento de ciertos dirigentes de la comunidad como la actitud de altos funcionarios de distintos poderes del Estado argentino. Esto indefectiblemente va a implicar un punto de inflexión para nuestra historia. El impacto del juicio por el encubrimiento trascenderá al impacto dentro de la comunidad judía.

NS-¿Cómo analizás la cobertura mediática de la causa por encubrimiento?
RB- El paso del tiempo conspira contra la visibilidad de este caso. Yo creo que el caso sigue siendo visible, pero cuanto más tiempo pasa se diluye la cobertura de los hechos. Y por eso también es clave el trabajo de las organizaciones de familiares que luchan contra esa inercia que genera el paso del tiempo. Creo que el juicio es una oportunidad para generar la repercusión buscada, puesto que se generará un escenario distinto donde se podrá difundir la importancia de lo que se está discutiendo.

NS- ¿Nos encontramos próximos al inicio del juicio oral?
RB- El Tribunal conformado tiene un antecedente, puesto que resolvió en pocos meses el inicio del juicio por las víctimas del accidente de tren en Once. Con este antecedente tenemos expectativas que se repita esa misma celeridad en la causa encubrimiento, no hay razón para ser menos eficaz en esta causa. Deberían resolver en breve las pruebas que hemos ofrecido todas las partes y esperemos que en el segundo semestre del 2014 estén fijando fecha de juicio para que comience este mismo año.