La semana pasada ambos tuvieron un enfrentamiento por sus diferencias en torno a los temas del presupuesto bienal (Lieberman solicita asignar billones de shekels a los ministerios pero bajo el control de su partido), y en relación al proyecto de ley de conversión al judaísmo (que habilitaría a unos cuantos rabinos ortodoxos a decidir quién es y quién no es judío), a lo que Netanyhau está totalmente en contra.
Los analistas políticos hablan de que es sólo una cuestión de tiempo para que Lieberman se vaya o para que Netanyhau lo ponga a un lado para formar una nueva coalición. No obstante, el canciller declaró en una conferencia de prensa que «no tiene intención de abandonar el gobierno».