Relatos de Tierra Santa, de Víctor Braun, 2021, Amazon

Cuentos de cine, mística y del más allá

En Relatos de Tierra Santa, el director argentino Víctor Braun describe con una prosa simple y asociativa sus ricas experiencias personales como cineasta independiente en Israel, con historias que recorren desde la tensa convivencia de árabes y judíos en las callejuelas de Jerusalén hasta las veredas más seculares de Tel Aviv, así como las vivencias relacionadas con su continua búsqueda espiritual.
Por Ariel Rubinsky

Los Relatos de Tierra Santa son en su mayoría recuerdos autobiográficos de Víctor Braun, en los cuales relata sus peripecias como cineasta independiente en Israel – un rubro profesional en el cual cada proyecto es una aventura -, sus andanzas con comunidades evangélicas en Sudamérica y su continua búsqueda espiritual, que lo acerca tanto a los evangélicos como a la mística judía.
Su prosa es simple y asociativa, casi al límite del relato autobiográfico y la nota periodística dirían los puristas, pero el resultado son historias que no pueden ser inventadas, una miscelánea de fino humor, realismo y honestidad, con la cual el lector puede identificarse desde la primera frase sin importar lo insólito de la situación descrita, tanto si se trata de un viaje junto a un pastor evangélico que lo conduce a un pueblo cuyos pobladores han hecho un pacto con el diablo, o la increíble serie de percances que el autor enfrenta durante la filmación de su primera película, donde todo lo que puede fallar – falla, y a pesar de todo el film se hace.
Varios de los relatos contienen también un roce con lo fantástico o lo divino, y no podría ser de otra manera cuando se trata de historias que vagan por las callejuelas de Jerusalén entre árabes y judíos que conviven a pesar de todo; las veredas más seculares de Tel Aviv; clases de Cábala entre pocillos de café y películas por editar; encuentros con rabinos que pueden ver en las profundidades del alma e incluso divisar el futuro; la magia de los caminos de Venezuela; y más.
En el libro aparece también un relato que escribió el padre del autor, Oscar Braun, que describe con un realismo conmovedor los primeros tiempos de su padre, el abuelo de Víctor, en la Argentina de 1920-30.
Víctor Braun nació en Rosario, Argentina, en el seno de una familia judía con raíces religiosas, y si bien no observa meticulosamente los preceptos de la religión, es una persona creyente y con un fuerte apego a la tradición judía. Pero esto viene junto con una apertura intuitiva a la sabiduría de otros credos religiosos que también aprecia y una fuerte tendencia a la mística. A sus veinte y tantos años llegó a Israel, donde estudió cine. Contra viento y marea consiguió filmar dos largometrajes, uno de los cuales, «La herencia», fue premiada como el mejor thriller del Festival de Cine Independiente de Nueva York; y la segunda, «Síndrome de Jerusalén», fue proyectada en varios canales de televisión en América e Israel. Esto junto a muchos otros proyectos creativos, documentales y periodísticos.
Víctor Braun transita por sus relatos con un paso un tanto quijotesco a veces, pero con una creatividad y optimismo a prueba de todo y una incansable sed de sabidúría. Son cuentos sin pretensiones que se dejan leer, de esos que se leen de un tirón y dejan al lector pensativo y con una sonrisa en los labios.