La festividad de Shavuot

Rut, la moabita: fidelidad sin límites y amor romántico

Frecuentemente los análisis del libro de Rut, texto que la tradición judía nos indica leer en la celebración de Shavuot, se centran en la migración, la fidelidad o el éxito de la emigrante bíblica que fue abuela del mismísimo rey David. Pero se ignora el análisis de la violencia simbólica ejercida contra las mujeres, y con ella los mensajes de género conjugados entre líneas. Este patrón se replica de manera incesante en los campos de la fe, en los cuales cualquier lectura crítica de las fuentes tiende a ser interpretada como una traición o bien como un síntoma de apostasía.
Por Eli Peretz *

El hostigamiento y la obsesión romántica son dos efectos que se interrelacionan de forma compleja, siendo también fundamentos básicos sobre el modo de vincularnos en nuestra cultura. Cuando se aproxima la festividad de Shavuot se despierta nuestra curiosidad y una pregunta nos acecha: ¿cuál es el aporte del relato de Rut en la construcción y justificación de los mencionados efectos? Tal como se expresa en el libro, Rut experimentó una relación de pareja dominante, no solamente con su compañero sino también con su familia y su pueblo. En el contexto de ese vínculo, el hecho de mostrarse sumisa le permite a Rut ser merecedora de un tratamiento distintivo, adulada en la literatura rabínica, cuya función es primordialmente didáctica. Además, debemos agregar que, a pesar de que en el judaísmo la mujer no se encuentra obligada a guardar fidelidad a su esposo una vez que este ha fallecido, en las palabras del libro podemos identificar incentivos que estimulan el amor absoluto y la entrega incondicional al núcleo familiar o a la nación del esposo fallecido.
Esta exigencia oculta -la de una lealtad sin límites- nos permite percibir un tratamiento dual propiciado a la mujer tras la muerte del marido. Por una parte, ella es libre para regresar a su pueblo y a su familia, tal como lo hizo su cuñada Orpa, y al mismo tiempo, es exaltada por decidir permanecer con su suegra. En referencia a esto último, al relatarnos que Rut se quedó con Naomi se nos muestra, sin lugar a dudas, que este comportamiento es enaltecido desde la mirada del patriarcado. Bajo esta visión se espera que las mujeres sean acompañantes y custodios de los vínculos interpersonales. En nuestro contexto cultural podemos agregar también el compromiso y la inteligencia. Sin lugar a dudas, Rut constituye el modelo intachable del amor sumiso, de la fidelidad y la entrega. En ella se amalgaman la concepción patriarcal con alguna de las tradiciones judías.
Visto desde esta perspectiva, la lectura de la historia de Rut en la noche de Shavuot constituye una herramienta efectiva para la transmisión de mensajes nítidamente severos. El resultado es informar cómo identificar una “dama virtuosa” de modo tal que la mujer aprenda a comportarse para adquirir dicha designación.
En otro sentido, en el judaísmo la unión de la pareja se constituye en torno a la “ketubá”, el contrato matrimonial, testimonio transaccional que refiere a las obligaciones del esposo hacia su esposa. Más allá del contenido técnico y jurídico, debemos desvelar las otras facetas de este documento, pues en él también podemos encontrar muestras de amor romántico, íntegro e incondicional, emulando el modelo que nos es presentado en el libro de Rut. Al margen de las obligaciones económicas en caso de separación, el esposo se compromete a cumplir con todas las deudas más allá de sus posibilidades, simbolizando la supuesta capacidad infinita de amar, como por ejemplo “durante mi vida y después de mis días, desde ahora y hasta la eternidad”. Por su parte, la novia aprueba la obligación de fidelidad. Lo irónico es que ella no toma parte en la negociación. Y si quisiéramos ahondar un poco más, en el caso de mujeres viudas o divorciadas “su valor” se reduce a la mitad. Sin enumerar otros ejemplos, como el levirato o la mamzerut (bastardía), podríamos completar un listado de situaciones que nos muestran el trato desigual con respecto a las mujeres en algunas expresiones de la tradición y que exigen una nueva lectura e interpretación.
En el marco de la festividad de Shavuot, uno de los momentos más significativos es la lectura de la “ketuvá de Shavuot”, la cual trata de emular el contrato matrimonial. Las partes contrayentes son Dios y el pueblo de Israel, quienes se encuentran frente al monte de Sinaí en cada generación, y las condiciones del instrumento similares al de la ketuvá nupcial.
Ignorar o silenciar estas perspectivas pueden conducir al sometimiento y eventualmente al hostigamiento. Es en esta celebración donde el libro de Rut nos invita a reflexionar sobre los vínculos de género, y los cruces en nuestras pertenencias familiares y comunitarias.

 

* Rabino. Nacido en España y formado en Israel. Se ha incorporado desde hace unos meses al Rabinato de la Comunidad Bet El, acompañando a Dany Goldman y Silvina Chemen.