El FMI, dijo, «sí apoyó y financió hasta semanas antes del colapso el régimen de convertibilidad» que equiparó el valor del peso argentino al dólar estadounidense.
«Durante la crisis, Argentina realizó pagos netos del orden de los 13.500 millones de dólares», dijo Kirchner hablando en una sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Kirchner fue el penúltimo orador latinoamericano en la jornada, en que se cumplió paralelamente a la Cumbre Mundial, la cual congregó a unos 170 gobernantes con motivo de los 60 años de creación de las Naciones Unidas.
Argentina creció al 8,8% en el 2003, 9% en el 2004 y en el primer semestre del 2005 se superó el 9%, dijo.
Mencionó también que el superávit primario consolidado se ubica en el 5% del PIB y las reservas crecieron de casi 10.000 millones de dólares a más de 25.000 millones. Las exportaciones crecerán este año en un 15% para superar los 40.000 millones.
Igualmente, dijo que Argentina representa ahora una nueva oportunidad para las inversiones, que la matrícula en la enseñanza primaria llega al 91,5%, la población analfabeta no supera el 3% y la tasa de mortalidad infantil ha bajado del 16,8 por mil a 13 por mil.
«Lamentablemente, en ese proceso de recuperación, expansión y transformación no contamos con la ayuda del FMI», dijo.
No es la primera vez que Kirchner habla en las Naciones Unidas contra el FMI, con cuyo director gerente, Rodrigo de Rato, se reunió en la jornada para «replantear» las relaciones de su gobierno con la institución, dijeron fuentes argentinas.
Indicó que Argentina «sigue siendo afectada tanto por esa visión arcaica del tema de la deuda como por un sistema de comercio internacional injusto para los productos agrícolas».
Aprovechó también la oportunidad para mencionar la falta de solución de la cuestión de las Islas Malvinas y, afirmando que Argentina seguía dispuesta a «alcanzar una solución justa», exhortó a Gran Bretaña «a dar pronto cumplimiento al llamado de la comunidad internacional» a reanudar las negociaciones.
Bielsa contra financiación internacional
Por su parte, el canciller Rafael Bielsa afirmó que la arquitectura financiera internacional debe ser reformada por anacrónica e ineficaz.
En representación del Grupo de Río, que nuclea a todos los países de América latina y el Caribe, Bielsa se refirió a una arquitectura que «ha sido superada por las circunstancias y ha dado sobradas muestras de ineficiencia».
Acusó a las instituciones financieras internacionales de haber tenido un efecto negativo en el desarrollo de los países menos desarrollados, inclusive de «miseria».
El Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, «irresponsablemente ha propiciado, y presionado para que los países menos desarrollados llevaran adelante, políticas que, lejos de mejorar sus situaciones económicas y sociales los sumieron en una miseria mayor de la que partieron».
Bielsa aseguró que será difícil lograr avances si se mantienen las barreras a pesar del llamado cada vez más fuerte a un libre intercambio comercial.
«Los países que predican con mayor énfasis las bondades del libre comercio, son aquellos que mantienen barreras y subsidios proteccionistas de su producción», dijo.
