Renunció Gilbert Lewi a la presidencia de la DAIA

Ganaron “ellos”

En la reunión del Consejo Directivo de la DAIA, del pasado lunes 18 de abril, el Presidente licenciado Gilbert Lewi renunció a su puesto en dicha institución. Hace ya un año poco menos de un año atrás, en ocasión del vergonzoso escándalo protagonizado por Jorge Kirszenbaum (ahora Presidente de la DAIA producto de la renuncia de Lewi) y Julio Toker en los Estados Unidos, cuando intentaron evitar que el Presidente argentino Néstor Kirchner reciba una distinción otorgada por el American Jewish Committee (AJC), Lewi declaró tajante a Nueva Sión: “O ellos o yo”. Casi un año después fueron ellos. Por ahora, ganaron ellos.

“El Consejo Directivo de la DAIA informa a sus entidades afiliadas, a la comunidad judía y a la sociedad toda que, lamentablemente, por razones estrictamente personales y que fueron expuestas en la sesión celebrada en el día de ayer, lunes 18 de abril, el Dr. Gilbert Lewi, luego de una prolongada licencia, ha renunciado a la Presidencia de la institución.
El Consejo Directivo en pleno reconoce la tarea desarrollada por el Dr. Lewi en el breve lapso que pudo ejercer su cargo, para el cual fue electo en noviembre del 2003 y expresa los mejores deseos de un total restablecimiento de su salud, como así también el de compartir en el futuro el trabajo institucional teniendo siempre como objetivo el bienestar de la comunidad judía argentina”.
El comunicado salió firmado por Kirszenbaum, en su primera notificación como Presidente de la DAIA, y Julio Toker.
Lewi estiró su decisión de renuncia hasta último momento debido a que intentó -en reuniones previas- establecer la real fuerza política que hubiera tenido de haber continuado en el puesto. Al notar las fuertes dubitaciones de los representantes de las instituciones, tironeados entre la continuidad y los cambios pendientes que representaba Lewi, y considerando los temas de su salud que debe cuidar, optó por dar un paso al costado definitivamente.
De hecho, el mismo día de su renuncia indeclinable, el pasado lunes 18 de abril, Lewi estuvo reunido -horas antes de la sesión del Consejo Directivo de la DAIA, con 11 representantes de instituciones representadas en la mencionada institución. En ese encuentro, Lewi planteó 4 puntos estratégicos que decidirían hacia dónde inclinar la balanza de su decisión de la noche:

1- Revisión de las acciones de la DAIA desde 1994 a la fecha.
2- Reforma de los estatutos.
3- Cambio en las posiciones asumidas por la institución en la Causa AMIA.
4- Plenos poderes para definir el equipo de conducción.

En el único punto en el que no encontró resistencias fue en el último, “así que ahí mismo entendí que no tenía sentido retomar el cargo de Presidente porque no iba a poder producir los cambios que yo considero necesarios para la institución -afirmó Lewi a Nueva Sión-.

“O ellos o yo”

“Yo no me siento representado por ellos -afirmó tajante Lewi refiriéndose a Kirszenbaum y Toker-. Así que o son ellos o soy yo. No hay alternativa”. Así se expresó en ocasión del escándalo del pasado 5 de mayo en los Estados Unidos en ocasión del encuentro apadrinado por el AJC. Casi un año después, esas palabras parecen repetirse como un calco. Lewi sabe que no le hubiera sido sencillo conducir la DAIA más por el fuero interno que por las funciones específicas de la institución.
Habrá que ver, ahora, ya instalado Kirszenbaum en el poder de la presidencia efectiva, qué sucede en el accionar de la DAIA, y si se producen cambios -o no- en la percepción que los distintos factores de poder tiene de ella. Tiene por delante, sino sucede nada extraordinario en el camino, hasta diciembre de 2006 para remontar la imagen antes del recambio de Consejo Directivo.
Los que vienen asomando ya sus narices son Abraham Kaul -que el próximo 24 de mayo dejará la presidencia de la a AMIA-, Julio Toker -actual secretario de la DAIA y cuestionado junto a Kirszenbaum como continuador del ‘berajismo’ dentro de la comunidad- y Alberto Indij -frustrado tercer aspirante a la Presidencia de la DAIA cuando asumiera Lewi-.
De todos modos, sea como fuere, tal como están las cosas -y en la medida que no haya algún pedido de los factores representados en la DAIA de elecciones anticipadas-, por ahora, ganaron “ellos”.