El grupo Respaldo y Guerra Santa en Siria y El Líbano se atribuyó la responsabilidad por el ataque en un comunicado difundido por el canal Al-Yazira. En el vídeo se dijo que había sido un operativo suicida.
El lunes por la noche, la policía allanó una residencia en el oeste de Beirut donde vivía Ahmed Abu Adas, un palestino que habría leído el comunicado en el video. Adas huyó, pero la policía logró confiscar computadoras, cintas y documentos informaron fuentes del Ministerio del Interior.
Siria, con 15.000 soldados asentados en El Líbano, negó toda participación en el asesinato. Sin embargo, los aliados políticos de Hariri acusaron abiertamente al régimen de Damasco y a sus simpatizantes en el gobierno libanés por el atentado. También la familia de Hariri sugirió el martes que Siria habría desempeñado un papel en el asesinato.
Hariri fue primer ministro de El Líbano durante 10 de los últimos 14 años, tras concluir la guerra civil que duró entre 1975 y 1990.
Por el momento no está claro si el asesinato interferiría con la realización de las elecciones parlamentarias, que se realizarán entre abril y mayo. Por la mañana antes de su muerte, Hariri había asistido a un debate parlamentario sobre los planes para redefinir los distritos electorales.
Los muertos incluyen a Hariri y a siete de sus guardaespaldas, aplastados y quemados en sus vehículos blindados por la fuerza de la explosión, que la policía estimó en 300 kilogramos de TNT, aproximadamente.
En un comunicado oficial, el Hospital de la Universidad Americana de Beirut -donde fueron trasladadas las víctimas- informa que entre los heridos más graves se encuentra el ex ministro de Economía Mazen Freiha que tiene el cuerpo cubierto con graves quemaduras y que posiblemente tendrá que ser trasladado al extranjero.
Una veintena de automóviles quedaron calcinados por la explosión.
Hariri , musulmán suní de 60 años y multimillonario, había idas y vueltas con Siria, pero sus relaciones con Damasco se deterioraron en 2004, cuando se opuso al proyecto de enmienda constitucional que abriría el paso a un nuevo mandato del presidente Emil Lahud.
Tras un misterioso viaje a Damasco, Hariri cambió de opinión y anunció que apoyaba la reelección de Lahud. En octubre pasado, tras aprobarse la reelección del Presidente, dimitió como Primer Ministro y se fue aproximando al grupo que pide el fin de la tutela de Damasco.
