Ente Juan Carlos Blumberg evade impuestos que podrían ser destinados a seguridad

Reteniendo el capital

El ingeniero y empresario nacional Juan Carlos Blumberg, pese a su transparencia supuesta, resultó ser un deudor inmobiliario moroso de la Provincia de Buenos Aires, según se supo en la mañana del martes 7 de diciembre.

Por Gabriel Martin

Desde el trágico mortal desenlace (tras el secuestro de su hijo) Blumberg, de padre dolorido, devino rápidamente en líder catártico del siempre escandalizable medio pelo.
Así se transformó, de forma inmediata, en especialista en seguridad, política legislativa, árbitro judicial (impugnando jueces de la Corte Suprema como quien está por encima del máximo tribunal) e, inclusive, se puso al frente de las relaciones internacionales ‘no oficiales’ entre las policías federal y provincial y sus pares intachables de Estados Unidos.
También se puso al frente de una fundación que recibe aportes del exterior, de privados nacionales y del propio Gobierno.
La única cartera que dejó pendiente fue casualmente, la fiscal.
El gobierno de Felipe Solá anunció una serie de juicios a un listado a deudores, entre ellos a políticos y al propio ¿apolítico? y respetable hombre de negocios, el ingeniero Blumberg. Tal vez, de prosperar judicialmente, sea defendido también por el mismo estudio de abogados que lo representa, que en el pasado defendieron a Jorge Rafael Videla.
La deuda inmobiliaria del respetable ciudadano e ingeniero, Juan Carlos Blumberg, era de 27.000 pesos en perjuicio del tesoro de la Provincia de Buenos Aires, provincia donde se encuentran los más altos índices delictivos, estadística nefasta que integra el asesinato de su hijo. A diferencia de cualquier vecino de Florencio Varela, que por una deuda de veinte pesos con la energética Edelap sufre el corte inmediato del servicio, el ciudadano Juan Carlos Blumberg recibió un ‘perdón’ de 17.000 pesos, un indulto monetario como el que sus abogados supieron conseguir para Videla. Así y todo, debiendo ahora el 48% de la deuda, 10.000 pesos, el ciudadano Juan Carlos Blumberg afirma que esto se trata de una maniobra para silenciar sus reclamos sobre la inseguridad.
Sería deseable que la deuda del respetable Juan Carlos Blumberg no salga de las arcas de la fundación que preside y por la cual realizó un piquete mediático para que el presidente Néstor Kirchner lo recibiera en la Casa Rosada y se comprometiera en apoyarlo financieramente en su ‘cruzada’.
También sería importante, ya que al honorable ingeniero Blumberg le preocupa tanto la inseguridad, en vez de convocar al cacerolismo porteño a marchar con velas al Congreso, ahora convoque a esas 200 mil personas a marchar con velas por la zona norte del Gran Buenos Aires, donde viven los ciudadanos más ricos y honorables del país, ya que deben entre todos, 23 millones de pesos en deudas inmobiliarias o de ingresos brutos por sus ganancias. Tal vez, con ese dinero, el gobernador Felipe Solá podría pagar los cursos de capacitación en seguridad, en Miami y Los Angeles, como exige el respetable evasor Juan Carlos Blumberg.
Tampoco estaría demás, que el privilegiado Blumberg, a quien le condonan un porcentaje mayor de la deuda de la que le recortarán al país, es decir a todos, revea el video de su primer aparición como columnista del no menos honorable Mariano Grondona, donde le espetó al político-periodista que el asesinato de su hijo era consecuencia de una década de despilfarro e injusticia social en beneficio de unos pocos.
¿O será que el honorable evasor Juan Carlos Blumberg pretende extender aquella fiesta menemista, que tan segura y querida recuerda?
Para que exista un país seguro no hace falta ni mano dura ni más cárceles, sino más trabajo. Y especialmente que los que más tienen paguen lo poco que injustamente se les exige.
¿Entiende señor Blumberg?