Según datos publicados por la Oficina Central de Estadísticas, la población actual en Israel es de 7.746.000 personas, lo que significa un crecimiento del dos por ciento con respecto al 2010. Recordemos como dato, que cuando se creó el Estado de Israel en el año 1948, tenía solamente 806 mil habitantes, de los cuales el 65 % eran inmigrantes.
Los movimientos rivales palestinos Hamas, que controla la Franja de Gaza y Fatah en Cisjordania, ratificaron ayer en El Cairo un acuerdo de reconciliación, lo que provocó varias y diversas reacciones. Por un lado el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y el jefe de la oficina política de Hamas, Jaled Meshal, expresaron su apoyo a la reconciliación y por el otro Israel la cuestionó y criticó duramente.
En Israel como todos los años a las diez de la mañana sonaron las sirenas que llevaron luego a los dos minutos de silencio y a la paralización total del país en memoria de las víctimas del nazismo durante el Holocausto.
Luego de cuatro años de rivalidad, Al Fatah y Hamas acordaron una reconciliación y la formación de un gobierno transitorio compuesto por figuras independientes, con miras a las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales que se realizarán dentro de algunos meses.
«Cada minuto que Israel no propone una iniciativa de paz es trágico para el país». Cuando esta frase sale no de la boca de un dirigente de la izquierda israelí sino de la de Yaakov Peri, ex jefe de los servicios de seguridad de Israel, acompañado de decenas de ex militares, empresarios, profesores universitarios y hasta personalidades religiosas, el llamado a aceptar una paz basada en el retorno a las fronteras de 1967 pareciera más consciente y más urgente.
Un joven israelí fue asesinado y otros cuatro resultaron heridos por un policía palestino que disparó contra los vehículos en los que regresaban de una visita a la tumba del patriarca José, en las afueras de la ciudad de Schjem (Nablus), en Cisjordania.
En Tel Aviv se presentó, aunque con poca trascendencia, una declaración de apoyo a la creación de un Estado palestino suscrita por decenas de intelectuales, artistas, políticos y académicos de izquierda que fue boicoteada por un grupo de nacionalistas.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, está considerando una nueva retirada de las fuerzas del Ejército de Defensa de Israel de Cisjordania como una de las medidas para evitar el «tsunami diplomático» que podría llevar al reconocimiento del Estado Palestino, dentro de las fronteras de 1967, en la Asamblea General de las Naciones Unidas que se realizará en el mes de septiembre.
A partir de una iniciativa de la que participan distintos países y organizaciones internacionales, Israel y el movimiento fundamentalista islámico palestino Hamás buscan un alto el fuego en la franja de Gaza luego de vivir la peor escalada de violencia de los últimos dos años.
En el día de ayer finalizó la visita oficial del canciller Héctor Timerman a Israel, que fue calificada por él mismo como muy positiva: “me voy con la satisfacción de haber visitado a un país amigo, a un pueblo amigo», dijo el ministro de Relaciones Exteriores argentino.
