El socialismo y los Derechos Humanos de duelo

Murió Alfredo Bravo

(26/05/03) El diputado socialista y ex candidato presidencial Alfredo Bravo falleció esta madrugada en una clínica porteña, donde había sido internado el sábado tras sufrir un infarto. Bravo, de 78 años, murió a las 5 de la madrugada del día de la fecha en el Instituto Quirúrgico Callao de la ciudad de Buenos Aires. Los restos del dirigente socialista son velados desde las 10 de la mañana, en el Congreso Nacional. Bravo, fue uno de los grandes exponentes políticos que dedicó su vida a la lucha por la defensa de los Derechos Humanos y la educación pública, desde su militancia en el Partido Socialista (PS) cuyos ideales representó noblemente desde el Congreso nacional hasta la feche de su deceso.

Alfredo Bravo nació el 30 de abril de 1925, en Concepción del Uruguay (Pcia. de Entre Ríos).
Se recibió de maestro a los 18 años. En 1973, luchó para formar la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) y fue designado secretario general de esa entidad pero en diciembre de 1974 fue declarado prescindible por las autoridades nacionales.
Reinstaurada la democracia, en diciembre de 1983, fue designado por el gobierno constitucional Subsecretario de Actividad Profesional Docente del Ministerio de Educación. Al asumir su nuevo cargo renunció como secretario general de la CTERA.
El 8 de setiembre de 1991 es elegido diputado nacional, integrándose al Congreso el 10 de diciembre de ese año, donde desempeñó un papel destacado habiendo presentado más de 200 proyectos de leyes, resoluciones y declaraciones con contenido social, en particular en defensa de los Derechos Humanos y de la escuela pública, laica y gratuita.
En 1996, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), le entregó la mención especial “Compañero Germán Abdala” en reconocimiento a su trayectoria y lucha en defensa de la clase trabajadora y de los Derechos Humanos.
El 24 de octubre de ese año encabezó la lista de candidatos a diputados de la Alianza por la Ciudad de Buenos Aires que obtuvo el apoyo del 40% del electorado porteño. De esa manera, el siguiente 10 de diciembre inició su tercer mandato consecutivo como diputado nacional.
Fue electo Senador Nacional por la Capital Federal por el ARI para las elecciones de renovación parlamentaria del 14 de octubre de 2001, cargo que no pudo ejercer debido a los recursos jurídicos interpuestos por un partido vecinal.
En septiembre del 2002 fue elegido presidente del Partido Socialista, resultante de la fusión del Partido Socialista Democrático y del Partido Socialista Popular.
En enero del 2003 fue elegido candidato a Presidente de la Nación por el Partido Socialista y como tal compitió en las últimas elecciones del 27 de abril. Al respecto cabe destacar que Bravo, por ejemplo, fue el candidato más votado en Israel por los residentes en ese país en condiciones de elegir Presidente para la Argentina.
Alfredo Bravo fue un vital integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y trató, con su conducta intachable de vida, dejar una herencia moral y ética a más de una generación de argentinos golpeados por las inmoralidades del mercado y los gobiernos corruptos.
En un reportaje realizado por Nueva Sión, el “viejo cascarrabias” -como solía autonominarse- afirmaba que “todo depende de nosotros. Depende de la propia colectividad social que aúne esfuerzos y siga peticionando. No hay que olvidarse -continuaba Bravo- que todavía no hemos saldado en la justicia lo que fue el terrorismo de estado porque nos largaron el Punto Final, la Obediencia Debida y los indultos, que fueron lo peor que podíamos haber tenido.”
“Provengo de un lugar de trabajadores, mi padre era panadero, y los panaderos tenían que ser anarquistas. Con él aprendí una serie de cosas que están todavía vigentes y que tiene razón de ser: nadie te da nada si vos no lo conquistás”.
Bravo trabajó hasta su último día, en tratar de conquistar un país y un mundo mejor. Muchos vamos a extrañar al viejo y maravilloso “cascarrabias”.