Departamento de Cultura

La Prensa Ocultada

Nueva Sión, como en otras tantas instituciones, distribuye algunos ejemplares sin cargo entre dirigentes y público que circula por las instalaciones de la AMIA. Desde hace unos meses a esta parte, curiosamente, funcionarios y dirigentes de esa institución han reclamado insistentemente sus ejemplares de Nueva Sión manifestando no haberlos recibido. Luego de ratificar la recepción de los ejemplares reclamados, los cuales eran entregados en distintos pisos del edificio, si bien no podemos asegurar el destino posterior de los periódicos, estamos en condiciones de afirmar que varios de los ejemplares reclamados, mes a mes, fueron encontrados en las oficinas de la dirección de Cultura de AMIA. Allí descansaban detrás del escritorio del funcionario Moishe Korin junto a otros tantos de distintas ediciones de otros medios colegas.
Este insólito y curioso descubrimiento (que desmerece el esfuerzo de los medios periodísticos de la comunidad que se ven, así, perjudicados en su posibilidad de difusión entre las instancias del establishment comunitario y las personas que por el edificio central de la comunidad circulan) debería de ser investigado por las autoridades de la AMIA dado que no hay que olvidar que Moishe Korin, además de ejercer funciones como Director de Cultura de AMIA, escribe en el periódico “La Voz y la Opinión”, único medio que no estaba “durmiendo” a sus espaldas. ¿Competencia desleal, intencionalidad política, descuido o simplemente negligencia?. Sea lo que fuere, por definición, nunca en un Departamento de Cultura deben sobrar ejemplares de ningún periódico que los editores deciden distribuir sin cargo como un servicio a la comunidad. La función de un Departamento de Cultura debe ser, exactamente, promover la cultura en todas sus expresiones e ideologías, y si esto no resultara posible por vaya a saber qué intereses, debe exigírsele -al menos- las explicaciones correspondientes por el irregular desempeño en sus funciones.
Nueva Sión consultó al señor Moishe Korin quien alegó no saber de qué le hablaban y adjudicó la retención de los ejemplares a un error suscitado durante su ausencia vacacional. Algo así como decir que le metieron un paquete debajo de la alfombra de su casa pero no sabe ni cómo ni quién y, encima, que nunca se dio cuenta de ello.
En su oficina fueron encontrados ejemplares etiquetados a nombre de otros funcionarios y dirigentes de AMIA, así como ejemplares de ediciones atrasadas que fueron entregados, en mano, a un alto dirigente institucional.

Tal como anticipáramos telefónicamente al señor Moishe Korin, Nueva Sión ofrece el espacio correspondiente para que ejerza su derecho a réplica y pueda, así, aclarar esta anómala situación que poco tiene que ver con la promoción desinteresada de la cultura comunitaria y sus distintas aristas ideológicas internas. •