Documental de Sigal Bujman

Vitch, un artista judío que brilla en la Europa del nazismo

Son las propias hijas del protagonista de este documental las que se interrogan e intentan poder entender y aceptar el destino dispar de este individuo, su padre. Un judío cuyo paso por la Segunda Guerra Mundial fue una oportunidad para su desarrollo como artista de éxito creciente, a pesar de que los suyos, incluida su familia, perecían víctimas de la Shoá.
Por Natalia Weiss *

Sigal Bujman se presentó en el 14° Festival Internacional de Cine Judío en la Argentina (FICJA) para compartir su reciente documental Vitch. Hija de argentinos, nace en un kibutz en Israel y vuelve por pocos años a vivir en nuestro país. Es documentalista y realizó materiales para canales como Travel Channel y Discovery Network. Hoy vive con su familia en Seattle, Estados Unidos, donde fue contactada por un familiar del protagonista de esta historia para averiguar información sobre el artista.
Eddie Vitch, o Ignace Levkovitch, pudo escapar luego de finalizada la guerra y se muda a Adelaida, en Australia, tras trabajar y conocer a su nueva esposa en Londres. El asunto familiar toma también forma en la música, dado que su nieto, el compositor Ryadan Jeavons, intervino en la creación de la música del documental.
Sin embargo, su pasado hace atravesar por entero este documental por una pregunta: ¿cómo fue posible? Y, como suele pasar con este género, las respuestas a dicha pregunta se presentan esquivas.
Insólitamente, Vitch llegó a ser invitado para actuar en Berlín, contando como público a los propios Goebbels y Göring. Como vemos a través de la documentación que se expone como prueba, sus contratos y su identificación eran firmados bajo el nombre de Ignace Levkovitch, lo que daría a entender que su ascendencia judía no era ocultada. Se trata de un judío de origen polaco, de Skierniewice, que emigra a Estados Unidos en 1930. Allí se dedicó a dibujar a personalidades famosas de Hollywood, caricaturas que lograron popularidad. Se codeaba y dibujaba a personalidades como Greta Garbo, Clark Gable y Joan Crawford. Pero en la década del ‘40, por aparentes problemas de visado, es obligado a partir de EE.UU. y se dirige a una Europa que se encuentra en tiempos oscuros.
Un documental, a diferencia de una película de ficción, no tiene una resolución asegurada. Las pistas, documentos, materiales diversos, especialistas y testigos, pueden conducir a distintas preguntas sin garantizar el arribo a una conclusión que permita develar el misterio. La argumentación del documental se construye así como una búsqueda que involucra al espectador, y que se conforma tanto a través de los relatos familiares de esta figura esquiva como por las reflexiones de expertos. Son actores sociales del film y van transitando, a la vez, por distintos estados emocionales. Se articula, a nivel personal, la voluntad de saber con la incomprensión y la falta de información brindada por el padre.
De esta forma, 32 años después de la muerte del mismo, a los 82 años, se produce esta investigación familiar que toma cuerpo en el documental y que impacta en distintos modos en el espectador por su singularidad. El material incluye la posibilidad de escuchar la voz del protagonista en una entrevista, lo que genera una extraña sensación de cercanía y lejanía a la vez. La entrevista es en francés, dado que él vivió en la Francia ocupada y hasta fue invitado en la época al teatro berlinés más importante en su género: la Scala de Berlín. Las imágenes de sus espectáculos devienen valiosos documentos y, a su vez, los transforman en una mueca un tanto perturbadora, como lo es la declaración que hace en la entrevista: “Adoro hacer reír a la gente”.

¿Simplemente una máscara?
Es una de las hijas la que, mientras contempla fotos de su padre, se detiene frente a la de un show exclamando que era el único judío de ese lugar para divertir a los nazis. ¿Qué hacía allí?¿Cómo podía ser posible? Esa máscara que aflora en sus espectáculos humorísticos, ¿era simplemente eso? En este sentido, Bujman afirma que evidentemente hay documentación que no pudieron encontrar y tal vez hubiera podido explicar tan peculiar destino. Sin embargo, una vez terminada la guerra concurre a la Cruz Roja en Francia para saber si sus familiares habían sobrevivido, y le informan que murieron al final de la misma.
Aunque se sabe que Levkovitch estuvo en Israel en el año 1968 con su hijo, no intentó dirigirse nuevamente a buscar ninguna información sobre el paradero de sus familiares. En este punto, como es lógico, las interpretaciones sobre los motivos quedan abiertas y devienen elocuentes a la hora de intentar una reconstrucción.
El film, en cambio, intentando retornar sobre huellas de pasos borrosos, en una suerte de anhelo de conjurar el silencio y permitir develar el misterio, acude a los archivos de diferentes museos y expertos de países como Polonia, Francia, Alemania e Israel. Una figura destacada entre ellos es Alan Riding, durante muchos años periodista cultural y especialista en la vida de la Francia Ocupada y autor del libro “Y siguió la fiesta. La vida cultural en el París ocupado por los nazis”. Él destaca su cualidad de artista, y piensa que tal vez eso lo ayudó a que tuviera protección. Es su nieta, cuyo punto de vista sobre este abuelo a quien no conoció va modificándose a lo largo de la investigación, quien concurre a la exposición “La colaboración. 1940-1945” que tiene lugar en el año 2015 en los Archivos Nacionales en París. Allí se reúne con el organizador Denis Peschanski, también destacado historiador y especialista en la Francia de aquellos años. Su mirada sobre el artista es crítica, y pese a algún intento de la nieta por entender su rol en la época como una determinación de sobrevivir, el historiador se muestra reticente hacia esta explicación. Pudo haber elegido otros caminos, afirma, como lo hicieron otros artistas cuando París fue invadida por los nazis. Tampoco en el Museo de Yad Vashem el encargado del Archivo e investigación es capaz de dar una explicación sobre cómo es posible un caso como el de Eddie Vitch, con lo cual también intenta articular distintas teorías posibles.
Esta investigación en archivos, esta pesquisa sobre documentación, permite disfrutar de imágenes y pruebas documentales valiosas, tanto para el intento de comprensión de la historia como para la posibilidad de ver, desde una actualización desde el presente, originales registros de la época. No se presentan en el documental pruebas que puedan dar cuenta de quién era este hombre para los nazis ni por qué le fue permitido desplazarse y trabajar, puesto que esa información o no existe o no pudo ser encontrada. Mimo entrenado por Charles Chaplin, caricaturista, actor cómico tanto en el film como en los retratos que se exponen en el marco del festival, parece plantearse un cruce de miradas, las de las hijas, las de los distintos profesionales, la de la realizadora y la de los espectadores.
Eddie Vitch se consagra en el célebre Folies Bergère de Paris, ocupando el lugar de primera figura una vez que parte Maurice Chevalier; es además festejado en el Berlín nazi y finalmente huye, después de la guerra, ayudado ahora por su condición de judío. Sin embargo, el destino de las mujeres con las que estuvo casado fue otro, siendo una de ellas deportada a Auschwitz. Sin duda, el exterminio de los judíos surge como la contracara ineludible de esta historia y la coloca en un lugar particularmente incomprensible e incómodo.
El encuentro entre las distintas hijas de Levkovicht permite que todas estas inquietudes se desplacen en su propio seno familiar, y dan lugar a la afirmación final de una de ellas contemplando el mar sobre una imposibilidad de aprehensión que parece, al contrario de lo que podría pensarse, otorgarle al documental un mayor despliegue y profundidad. Una suerte de caleidoscopio de sombras, y una revelación ineludible, la cantidad de historias que aún quedan por explorar en un terreno en el que, en ocasiones, su instrumentalización pareciera hacer sentir erróneamente que ya no quedan historias por conocer y por contar.

 * Egresada en la especialidad de guión cinematográfico de la ENERC (INCAA) Licenciada y Profesora de Enseñanza Media y Superior en Artes combinadas (Filosofía y Letras, UBA). Profesora de la materia Narrativas Audiovisuales (FADU, UBA)