Nuevo rostro de la resistencia palestina

Ahed Tamimi es la víctima

La editorial de Haaretz acerca del caso de la adolescente palestina de 16 años que fue acusada de doce delitos por abofetear a soldados que irrumpieron en el jardín de su casa, en la aldea cisjordana de Nabi Saleh, es ilustrativa acerca de los abusos irracionales inherentes a la ocupación.
Gaby Lasky, abogada de Ahed Tamimi, militó en Hashomer Hatzair y actualmente es Directora del Ejecutivo de Meretz.

Parece que los fiscales militares han hecho todo lo posible para preparar un caso sustancial contra una niña de 16 años por haber golpeado a soldados, una niña que ha pasado toda su vida bajo una ocupación.
Fiscales militares presentaron cargos contra Ahed Tamimi, la niña de 16 años de Nabi Saleh en Cisjordania y contra su madre, Nariman Tamimi. Ahed está acusada de cinco cargos por agredir a las fuerzas de seguridad y con incitación. Su madre está acusada de fotografiar dos incidentes y por incitación en las redes sociales.
También fue acusada una prima, Nur Tamimi, quien participó en el incidente. Parece que los fiscales militares hicieron todo lo posible para preparar un caso sustancial contra Ahed, quien, desde su arresto y la publicación del video que se volvió viral, se ha convertido en una nueva heroína de la lucha palestina.
Según la abogada de Ahed, Gaby Lasky, el incidente no justificó una detención prolongada. Como le dijo a Haaretz el lunes: «La detuvieron con el fin de buscar material de incidentes pasados y, de hecho, presentaron una acusación en su contra por hechos ocurridos hace un año y medio, que hasta su arresto actual no habían sido denunciados y por los cuales ella no había sido arrestada. No hubo quejas o informes sobre estos hechos».
En el video se ve a Ahed abofetear e intentar patear a los soldados, mientras que ellos contienen la violencia de las niñas y, de manera encomiable, no las atacan ni las detienen. Con el trasfondo de la vida bajo la ocupación y las imágenes cotidianas de violencia entre palestinos y soldados, estos hechos son cosas dignas de verse e inspiran esperanza, que es cómo se perciben en todo el mundo.
Aun así, muchas personas en Israel vieron las cosas de manera diferente. En lugar de contención y autocontrol, la derecha vio fragilidad, cobardía y debilidad. Luego de esta crítica, el Ejército arrestó a las niñas Tamimi.
El padre de Ahed, Bassem, escribió en Haaretz que aunque «es el primer arresto de Ahed, ella no es ajena a sus prisiones». Les recordó a los lectores que su hija pasó toda su vida bajo la sombra opresiva de las cárceles israelíes, que han encarcelado a su padre, madre, hermano y amigos en diferentes períodos. «Entonces su propio arresto era solo cuestión de tiempo», agregó, «una tragedia inevitable esperando que ocurra».
En marcado contraste con los soldados en el video, que hicieron todo lo posible para bloquear la trágica inercia de la ocupación y el ciclo automático de violencia, Israel parece decidido a interpretar al villano en la tragedia de Tamimi, dejando de lado cualquier pretensión de intentar cambiar el desenlace.
Los fiscales militares están decididos a convertir unas cachetadas dadas por una adolescente que nació y creció en una ocupación en «asalto agravado». Están utilizando a Tamimi para aplacar a un público (en Israel) vengativo y para enviar un mensaje de disuasión a los jóvenes palestinos, hombres y mujeres, para que no se levanten en contra de la ocupación.
En lugar de poner fin a este mal, Israel lo perpetúa. El problema no es Tamimi sino la ocupación. No sólo no había justificación para acusar a Tamimi, ella debería ser liberada.

Fuente: Haaretz.

Traducción: José Hamra Sassón.