«En Mi Refugio encontré el espacio social que buscaba»

Jonathan Suchmon, casado y con dos hijos pequeños, se sumó al programa "Sumate" del country Mi Refugio en busca de un espacio comunitario y de integración para sus niños. A punto de finalizar su experiencia, destaca sus deseos de continuar en esta institución.

En septiembre pasado, Jonathan Suchmon, comerciante de 34 años, se enteró del innovador proyecto «Sumate» del country Mi Refugio, que con el objetivo de sostener su perfil comunitario posibilita a aquellas familias que asistan a escuelas, templos, centros culturales, y clubes afiliados a la DAIA acceder de forma gratuita a todas sus instalaciones y actividades durante un lapso de tres meses en caso de ser admitidas. Así, decidió mudarse de la institución comunitaria a la que asistía y afirma no estar arrepentido, pues señala que «no se trataba de la infraestructura o los servicios, lo fundamental eran las dificultades de mis dos hijos de seis y tres años para integrarse a los grupitos. Porque en un lugar u otro puede haber más o menos lujo y comodidad, pero lo que priorizamos es el aspecto social, sobre todo en los chicos, y lo cierto es que ellos se integraron muy rápido, a diferencia del anterior country, donde les costaba mucho porque además sus compañeritos cambiaban todo el tiempo, debido a la gran cantidad de gente que asistía. Pero acá son siempre los mismos, y las actividades son muy variadas. Ahora en enero, por ejemplo, tienen el campamento a Uruguay, que está muy bien planeado”. En este sentido Jonathan afirma que “eso te da mucha libertad para despejarte y hacer tus cosas, básicamente por saber que tus hijos están disfrutando y pasándola muy bien”.
Por cierto, el espacio suyo y el de su esposa no se quedan atrás, pues según comenta, “es verdaderamente muy amplia la gama de actividades y deportes que ofrece el club, en mi caso hago running y fútbol, y mi esposa hace actividades más sociales y recreativas, como baile o salir a caminar con amigas, y todos esos espacios ayudaron mucho a la integración, porque se van sembrando amistades”. Con todo, Jonathan remarca también el estilo de la gente, a la que define como “muy amable, más cercana a la idea de comunidad que en el anterior lugar, donde veías gente todo el tiempo y no sabías quienes eran ni de de donde venían, con lo que se dificultaba hacer amistades. Por el contrario, en estos tres meses he conocido a casi todos aquí, y si bien cada uno es adulto y tiene su personalidad, mayormente he encontrado un ambiente de amistad y muy buena recepción”.

Las actividades sociales y el hecho de que funcione como una comunidad fueron entonces las claves para tu exitosa integración y la de tu familia…
Sin dudas, pero también es cierto que es muy común en cualquier institución comunitaria que te encuentres con conocidos o amigos de amigos. En mi caso, otra familia participante de “Sumate” era la de un amigo de la infancia que no veía desde hace años, a quien casualmente encontré. Pero además, es gente de tu mismo perfil, que además viene a disfrutar del fin de semana, pasarla bien y con ganas de socializar, así que por un lado o por el otro creo que nunca estas solo, aunque inicialmente llegues sin conocidos.

¿Cómo es un fin de semana de tu familia en Mi Refugio?
En nuestro caso vamos y venimos los sábados y los domingos, ya que el acceso al country es muy directo desde Capital. Los sábados son días con mucha actividad, mucha vida, nosotros llegamos cerca de las 14 para que los chicos puedan ir a los grupitos, mi esposa se junta con amigas porque ella hace baile, mientras que yo me voy a correr por algunos de los senderos y después, si estoy con ganas, a eso de las 15:30 me sumo a los partidos de fútbol libre, que no son competitivos sino recreativos. Después viene la merienda y el tercer tiempo, que es donde más vínculos sociales podes hacer, y luego algo de pileta, hasta eso de las 18:30, que es cuando los chicos salen de los grupos. Por la noche nos juntamos a comer con otras familias en el Club House o en la casa de alguno de los muchachos. Y el domingo tiene su magia, pero desde otro lugar, ahí juega más el tema familiar. Como mi nene tiene entrenamiento de fútbol venimos más temprano, así que luego aprovechamos para almorzar en familia. Luego descansamos o nos juntamos con otros amigos, hasta eso de las 18 que es cuando mis chicos salen de los grupos, tras lo cual los llevamos para que paseen en bici o vayan a la plaza, antes de regresar.

En breve se cumplen los tres meses del programa ¿Piensan continuar?
Seguro, le vamos a buscar la vuelta para seguir, nos sentimos identificados con el country, estamos muy contentos de estos tres meses y eso que no llegamos en la mejor época, que es está, porque cuando vinimos en septiembre no estaba la pileta, el tiempo no era tan lindo y los días eran más cortos, así que creo que incluso ahora se viene lo mejor.

Quienes al igual que Jonathan deseen incorporarse al innovador programa “Sumate”, que ahora cuenta también con la pileta como uno de sus servicios, o simplemente averiguar sobre el mismo, puede comunicarse con Eitan o Gustavo al 4295-8550 Int.2 o bien por medio del correo electrónico al mail proyectosumate@countrymirefugio.com