Catarata de declaraciones antiisraelíes

El laborismo británico, en la encrucijada

En los últimos meses, antes de la salida del Reino Unido de la Unión Europea –Brexit-, varios representantes del Partido Laborista del Reino Unido expresaron opiniones con una fuerte carga antiisraelí, cuyas connotaciones adquirieron claros rasgos de antisemitismo.
Por Bruno Kusevitzky

En marzo, Jeremy Corbyn se transformó en el líder del Partido Laborista inglés, siendo su más importante representante en la Cámara de los Comunes. Reemplazaba a Ed Miliband, la joven promesa del partido. Miliband, quien además es de origen judío, renunció en 2015 luego del mal desempeño del partido en los comicios que hicieron reelegir al ahora ex primer ministro David Cameron, quien fue sucedido recientemente por la conservadora Theresa May.
Corbyn, de amplia trayectoria, representa al ala más radical del Partido Laborista. Fue contrario a la guerra en Irak auspiciada por Tony Blair, y también a la guerra en Kosovo, entre otros conflictos. Cercano a negadores del Holocausto como Paul Eisen, siempre fue reconocido por un fuerte sentimiento antiisraelí. Además de protestar contra Israel en conflictos pasados, ha llegado a declarar que Hamas y Hezbollah son bienvenidos en Inglaterra porque son sus “amigos“.
Nhaz Shah, de origen pakistaní, fue elegida el año pasado diputada laborista. Un mes antes, subió en su cuenta de Twitter un gráfico ubicando el mapa de Israel dentro de Estados Unidos, con el texto “Solución al conflicto Israel-Palestina. Recolocar Israel en Estados Unidos. Problema resuelto”, entre otros comentarios ofensivos. El jefe de la bancada laborista, Jeremy Corbyn, al principio pareció desentenderse y no afectar a la diputada. Pero tras una fuerte presión de representantes de la comunidad judía británica, y también del mismo Partido Laborista, Shah fue suspendida del cargo y del partido. Tras los hechos, pidió disculpas, pero no alcanzaron.
Al poco tiempo Ken Livingstone, el exalcalde de Londres por el Laborismo, salió a defender a Shah, alegando que nunca escuchó comentarios antisemitas en toda su carrera como dirigente en su partido. Pero Livingstone fue por más: además de criticar fuertemente a Israel, agregó que Adolf Hitler simpatizaba con el sionismo. A raíz de dichas declaraciones, el Partido Laborista lo suspendió como miembro. Incluso, John Mann, diputado también del laborismo, enfrentó al exalcalde en plena calle y frente a cámaras lo calificó de “repugnante racista“, y “apologeta nazi“.
Vicki Kirby, Beinazir Lasharie, Tony Greenstein y Jadim Husain (concejal laborista y exalcalde de Bradford), entre otros, son también miembros del Partido Laborista que han sido suspendidos (y readmitidos, en algunos casos) por sus declaraciones de contenido antisemita y/o antiisraelí.
Aún así, cuando las aguas se comenzaron a calmarse, y en medio de la conmoción por el Brexit, Corbyn declaró que “nuestros amigos judíos no son más responsables por las acciones de Israel o del gobierno de Netanyahu que nuestros amigos musulmanes de varios estados islámicos u organizaciones islámicas”. Crobyn fue fuertemente criticado por Israel y organizaciones judías, ya que sostenían que comparaba a Israel con, por ejemplo, ISIS.

Reacciones
Luego de estos sucesos, un Corbyn acorralado moderó su antisemitismo y su discurso sobre Israel notoriamente. Inclusive aclaró que en su partido no había lugar para el antisemitismo y dijo que se arrepentía de sus declaraciones sobre Hamas y Hezbollah. Varios laboristas reaccionaron fuertemente contra las declaraciones antisemitas de algunos de sus miembros, que fueron suspendidos, inclusive John Woodcock perteneciente al “Laborismo Amigos de Israel“. El ex primer ministro británico, el conservador David Cameron, aprovechando la mala situación política del partido opositor, encaró a Corbyn en un debate en la Cámara de Los Comunes. Condenando el antisemitismo y a Hamas, y citando que en su Carta Magna llama a exterminar a todos los judíos del mundo, le preguntó: “¿Son sus amigos, sí o no?“ Corbyn respondió que tanto él cómo su partido repudian todo tipo de antisemitismo, y que los miembros que incurrieron en dicha acción fueron castigados.
En Israel, paralelamente, Isaac Herzog, líder del Partido Laborista israelí y “hermano“ del partido británico, invitó a líderes laboristas para que visiten Iad Vashem – el Museo del Holocausto-, y puedan examinar con más claridad el conflicto israelo-palestino. Yair lapid, condenó las declaraciones de Corbyn, llamándolas “puro antisemitismo”.
La crisis del partido laborista inglés es muy amplia, y el antisemitismo no escapa a la cuestión. Son señales a tener en cuenta…