Falleció el javer Ezra Rabin

Sin Ezra

Emisario de Hashomer Hatzair en América Latina y Secretario del Movimiento Kibutziano Artzí, miembro de Mapam y luego de Meretz, pionero del kibutz Gaash, entre otros servicios de su activismo, pero por sobre todo un mítico militante del sionismo socialista, falleció el javer Ezra Rabin. Compartimos la semblanza de su compañero y amigo, Moshé Rozén.
Por Moshé Rozén, Nir-Itzjak, Israel


Libre de la metáfora y del mito

labra un arduo cristal: el infinito
mapa de Aquel que es todas Sus estrellas.
Jorge Luis Borges, «Spinoza».

Al compartir una rutina de trabajo y activismo con un amigo como Ezra Rabin, gozamos de su talento y calidez, soslayando el hecho que Ezra no era sólo un compañero de ruta en las filas de Hashomer Hatzair, Meretz y Nueva Sión: Ezra es la metáfora, el sueño realizado de una generación de militantes sionistas socialistas, jóvenes argentinos que resolvieron despedirse de sus familias y amigos, dejando en el puerto porteño ambiciones y carreras estudiantiles, para incorporarse a la aventura del pionerismo, convirtiéndose en labradores y campesinos en los días de combate por la independencia –por la vida misma- del Estado de Israel.

En 1963, Ezra Rabín escribía que: «Hashomer Hatzair es, en la comunidad judeo-argentina, una pujante y vigorosa realidad, pero todavía debe enfrentar enormes desafíos».

El 21 de octubre de 2013 se fue Ezra, javer veiedid –compañero y amigo-, pero guardaremos a Ezra, mito y metáfora del sionismo socialista argentino. Ezra, desde su kibutz Gaash, se proyectó en múltiples ámbitos, como emisario de Hashomer Hatzair de Israel en América Latina, Secretario del Movimiento Kibutziano Artzí y la Unión de Movimientos Kibutzianos de Israel, miembro de las instancias centrales del Partido Socialista Mapam y luego de Meretz. Su presencia trascendió la esfera política: Ezra Rabín cristalizó su experiencia kibutziana en un magisterio, orientando experiencias de cooperativismo y economía solidaria, en Israel y en el exterior.

En los últimos cuatro años, al finalizar su tarea en el diseño y plantación de «Bosque de los Kibutzim» –en homenaje a más de tres mil miembros del Movimiento Kibutziano caídos en defensa de Israel- se dedicó al «Libro de Hashomer Hatzair de Argentina», un proyecto de memoria y documentación sobre el movimiento: un movimiento que latió, desde su niñez y hasta ayer, en el corazón de Ezra Rabin, metáfora y mito, compañero y amigo.