Advertencia de los autores del Acuerdo de Ginebra:

“Es el último destello de razón en el Medio Oriente”

El Acuerdo de Ginebra, una propuesta alternativa de paz para el Medio Oriente elaborado por dirigentes israelíes y dirigentes palestinos, fue lanzado en la ciudad suiza de Ginebra -el 1 de diciembre de 2003- durante una ceremonia que reunió a 400 palestinos e israelíes y a centenares de políticos y dirigentes invitados del mundo entero. Sus autores se preocuparon en aclarar que el plan no tiene vigencia legal y que puede ser "el último destello de razón en la región" así como "la única solución posible".

De ahí que ambos, el ex ministro israelí de Justicia Yossi Beilin y el ex ministro palestino de Información Yasir Abed Rabbo, pidieran a sus gobiernos que recojan, por su cuenta, este plan de paz no oficial.
La ceremonia alternó, durante dos horas discursos, testimonios, intermedios musicales e imágenes de vídeo. Cientos de personalidades se congregaron en el Espacio Secheron, entre ellas el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, artesano de los acuerdos israelo-egipcios de Camp David en 1979. «Probablemente nunca veamos una base más prometedora para la paz en el Medio Oriente como esta iniciativa», afirmó Carter. «La única alternativa es continuar con la violencia», añadió.
«Si aceptan el objetivo final con el espítiru de Ginebra, será más fácil aplicar las dos primeras fases del ‘Mapa de Rutas’ y alcanzar una paz duradera», declaró el ex ministro israelí Beilin. «Si no se toman las medidas necesarias, las imágenes de esta reunión de Ginebra -agregó- podrían ser los últimos destellos de razón en nuestra región».
«Es una solución simple a un problema complicado, es la única solución posible» declaró a su tiempo Yassir Abed Rabbo. También instó a las comunidades judías en el mundo a apoyar la iniciativa.

Apoyos internacionales

Dado el carácter no oficial del Acuerdo, los responsables internacionales se abstuvieron de respaldarla oficialmente. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, envió una carta de adhesión pero no se pronunció sobre el fondo del plan.
La iniciativa de estos dirigentes israelíes y palestinos recibió el apoyo de 58 ex dirigentes internacionales, que publicaron un llamamiento en el diario ‘International Herald Tribune’ en el que estimaban que el conflicto del Medio Oriente «ya ha causado demasiadas víctimas».
Entre los que firmaron el artículo se encuentra el ex presidente soviético Mijail Gorbachov, el ex secretario general de Naciones Unidas Butros Ghali y la ex Alta Comisonada de las Naciones Unidas para los Refugiados, Sadako Ogata.
En un mensaje leído en Ginebra por la ex presidenta del Parlamento Europeo Simone Veil, el Presidente francés, Jacques Chirac, calificó el nuevo plan de «iniciativa importante» para la paz.
El jefe de Estado recordó también que es necesario «relanzar» el ‘Mapa de Rutas’, pero que ambas iniciativas son compatibles. Además, resumió en «dos mensajes de esperanza» el contenido del Acuerdo de Ginebra. Primero, que «la paz es posible» y segundo, que existe en las sociedades israelí y palestina una «voluntad de diálogo y negociación».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Joschka Fischer, afirmó que la Iniciativa de Ginebra es una «importante contribución de la sociedad civil a la solución del conflicto israelo-palestino» y «una señal de esperanza alentadora».
En un mensaje leído en la tribuna, el primer ministro británico, Tony Blair, consideró que la iniciativa puede incitar a «tomar decisiones difíciles en el marco de l ‘Mapa de Rutas’».
El ex presidente polaco y premio Nóbel de la Paz, Lech Walesa, recordó que hace 20 años «nadie creía» en las posibilidades del sindicato Solidaridad en una Polonia ocupada por las tropas soviéticas. Otros dos premios Nóbel de la Paz participaron en la ceremonia: el irlandés John Hume y el ex presidente surafricano Nelson Mandela, quien intervino en la reunión mediante una videoconferencia.

Numerosas trabas

Del lado palestino, a la oposición de los halcones de Al Fatah se sumaron las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, su brazo armado, que han llegado a amenazar a cualquier dirigente palestino que firme el Acuerdo.
También el Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina han expresado su rechazo.
Sin embargo, según encuestas efectuadas por organismos internacionales, el Acuerdo cuenta con el apoyo de una mayoría ajustada dentro de la Administración Palestina, como así también en Israel.
En este país, las trabas principales provienen del Gobierno de Ariel Sharón, los colonos y los círculos de extrema derecha han acusado de «traición» y «sedición» a los firmantes encabezados por el ex ministro de Justicia, el pacifista Yosi Beilin.