Julio Schlosser, candidato a presidente de la DAIA

“Nos apoya prácticamente un 90% de las fuerzas comunitarias”

En su estudio jurídico pulcro y sin estridencias, Julio Schlosser recibe a Nueva Sión en plena actividad laboral, rodeado de papeles y libros de Derecho. A poco de comenzar la entrevista, el principal dirigente del Nuevo Modelo Comunitario (NMC) explicita los factores que a su criterio lo diferencian del candidato opositor. Diferencias que se podrían sintetizar en dos planos: su origen en el modelo comunitario de voluntariado, al que reivindica con pasión, y su independencia respecto a todos los actores de la política nacional argentina.

Por Ariel Abramovich

— ¿Cuáles son los aciertos y desaciertos que a su criterio tuvo la actual conducción de la DAIA?
— Yo fui vicepresidente de DAIA en la primera y en la segunda gestión de Aldo Donzis, pero esta segunda presidencia no empezó de la forma que uno hubiera deseado. Al poco tiempo de comenzar, por desencuentros con el Presidente, tuvimos la renuncia de toda la Tesorería; y eso no es un hecho menor. Este tipo de situaciones desgastó la gestión, más allá de aciertos o desaciertos en decisiones políticas que, como miembro de esta Comisión Directiva que hoy está en ejercicio, no voy a nombrar, porque una vez que se han tomado las decisiones, creo que todos debemos apoyarlas.
Mi idea es que cuando hay una reunión de Comisión Directiva, debatamos qué es lo que vamos a hacer el mes que viene. De esa manera, quienes vienen lo hacen porque saben que están participando. Si en las reuniones de Comisión Directiva solamente contás a los miembros lo que hiciste la semana pasada, vas por un mal camino: no vienen más. Cada vez hay menos gente que va a las reuniones, porque nos limitamos a contarles lo que hizo la DAIA la semana pasada. Y es lo único que voy a decir de esta DAIA. A días de terminar una gestión, no es ético que devele lo que en el argot futbolístico se llaman “los secretos del vestuario”.

— ¿Qué cambios propone su lista en relación al accionar institucional de la DAIA?
— En Nuevo Modelo Comunitario no tenemos filiación política con ninguna fuerza política nacional. Nosotros venimos del modelo tradicional comunitario de voluntariado. Nunca ocupamos cargos rentados en ninguna institución y, aparte, siempre fuimos directivos. Por eso estamos acostumbrados a tomar decisiones, y tenemos capacidad para dar las instrucciones y marcar el rumbo político.

— ¿Quiénes respaldan su candidatura?
— Prácticamente un 90% de las fuerzas comunitarias. Es mucho más fácil para mí decir quiénes no me apoyan: la Fundación Judaica, que encabeza el rabino Bergman, y es la que postula a Claudio Avruj. También, se supone, porque no lo ha dicho públicamente, el Bloque Unido Religioso, que todavía no salió a decir a quién apoya. No obstante, recuerdo muy claramente las palabras del rabino Levin, cuando dijo: “El Dr. Schlosser es el candidato con más garantía de imparcialidad; por su trayectoria y por llevarse bien con todos”. Espero que, como yo no cambié en estos últimos tres meses, él tampoco cambie…
—Pero en el ínterin se anunció la postulación de Avruj…
—Claro, pero insisto, si para el rabino Levin yo para era el candidato más apropiado, el que se lleva bien con todos y el que tiene una conducta imparcial, al no haber hecho nada para cambiar… Ahora, ¿hay otro candidato mejor? Puede ser. Pero yo vengo de otro modelo: del modelo del voluntariado, del modelo que no tiene compromiso político. Tal vez mi currículum no sea lo frondoso que es el de otros, pero, gracias a Dios, no tengo prontuario.
Fundación Judaica, el Bloque Unido Religioso y Avodá merecen el mismo respeto y consideración, yo no hago diferencias entre judíos con kipá y judíos sin kipá. Pero da la sensación de que no tienen en vista tanto la elección en la DAIA. Por un lado, es como que quieren llevar a la institución una lucha entre factores políticos de índole nacional; y por otro lado, pareciera como si esto fuera la primaria de la elección de la AMIA. Nos tenemos que oponer a todo eso: esta es la elección de la representación política de la comunidad judía, y no es chiste.
— ¿Cómo evitar que la DAIA esté exenta de la política nacional?
— Nosotros no pertenecemos a ningún espacio político nacional. Nos vamos a sentar a dialogar o a discutir con cuanto gobierno sea necesario para la defensa de los intereses de la comunidad, sea este Nacional, de la Ciudad de Buenos Aires, provincial o en cada municipio. Por ejemplo, si tenemos que ir a proponerle al intendente de La Matanza la entrega de la calle intermedia del Cementerio, vamos a tenemos toda la autoridad política y la representación real de la comunidad judía, ya que no tenemos compromiso político con nadie…

— Además de no tener compromisos políticos y el origen en el modelo del voluntariado del NMC, ¿qué otro factores los diferencian de la lista de Avruj?
— Tenemos una voluntad inclusiva. Y eso sí que no lo ha manifestado la otra lista. Hasta el día anterior al cierre de la presentación de las candidaturas, invitamos a todas las fuerzas políticas comunitarias, y participan de nuestro equipo todos aquellos que se acercaron; los que no están es porque no se acercaron y han mostrado desinterés por formar un equipo representativo de la comunidad. En el NCM están representados todos los sectores. Waldo Wolff es presidente de FACCMA; Ricardo Furman es presidente de Hacoaj; Jorge Knoblovits también es de Hacoaj, David Drukier es presidente de la FEDECC; Santiago Kaplun es secretario de Macabi; Mario Comisarenco viene del Likud. También tenemos miembros de Meretz y de Plural Jai.

— Ahora, yendo a las cuestiones concretas de la gestión…
— … lo primero que vamos a hacer es dejar establecidas las incumbencias entre AMIA y DAIA; no puede haber más discusiones. Entre AMIA y DAIA hay seis metros, 7mo y 5to piso. Voy a bajar al 5º piso tantas veces como sean necesarias para hablar con el presidente de AMIA, pero voy a hablar así como estoy hablando con vos, no voy a hablar a través de Nueva Sión, de Comunidades ni de Iton Gadol.
Otra de las cosas importantes es modificar el actual esquema del federalismo. Es necesario que las comunidades del interior tengan una real participación en el Consejo Directivo. A nadie se le escapa que es mucho más difícil ser judío en el interior que acá en la Capital Federal, desde la comida hasta las instituciones y el grupo global que las rodea.

— ¿Qué opina de las negociaciones que entabló Argentina con Irán por la causa del atentado a la AMIA?
Somos muy escépticos. Un país que niega el Holocausto, que propende a la destrucción del Estado de Israel, y que durante 18 años se negó sistemáticamente a entregar a aquellos que la Justicia argentina reclama, que fueron reconocidos por Interpol como sospechosos de haber participado del atentado terrorista más grande que sufriera nuestro país, y a uno de ellos, inclusive, lo nombra ministro de Defensa, no nos da la menos confianza. Pero, indudablemente, después de 18 años, es muy difícil decir que no a cualquier posibilidad. Por caso, cuando Israel se sentó a negociar la paz con Egipto y con Jordania, no lo hizo con sus amigos, lo hizo con sus peores enemigos.
De modo que no queremos ser los que cerremos ninguna puerta, aunque creemos que en última instancia esto es inútil. Después de 18 años, si vamos a perder tres meses más para demostrarle al mundo que nos tomaron el pelo, bueno, habrá que hacerlo. De hecho, ya llevan un año con este tema, porque el ofrecimiento se hizo el año pasado y hasta ahora no pasó nada.
La causa AMIA es, para nosotros, una cuestión de Estado. Yo tengo un compromiso muy especial con el tema. Tengo una relación muy fluida con el fiscal Nisman, a quien voy a ver asiduamente desde hace seis años; y, además, actualmente soy el abogado de la AMIA en la causa del Atentado.
 — ¿Cómo analiza el derrotero que tuvo la causa AMIA durante la gestión de los Kirchner?
— En términos generales es positivo, porque de no tener nada a tener alertas rojas reconocidas por Interpol y tener una fiscalía que está trabajando constantemente, es un avance importante. Ahora, ¿cuándo va a alcanzar? Cuando los culpables estén presos; hasta que llegue ese momento, no alcanza.
De la misma manera, es un avance muy importante la situación de la Argentina ante la ITF del Holocausto. De haber participado en reuniones donde Argentina no pagaba la cuota anual, a tener una delegación que tiene involucrados a tres ministerios: de Educación, de Justicia y Cancillería, con una presidencia rotativa de los ministerios, es algo inusual.

— ¿Qué opina en relación a la comparación que hizo Marcos Aguinis de los movimientos kirchneristas con las Juventudes Nazis?
— Con la trayectoria de Marcos Aguinis, no nos cabe formular ningún comentario por una declaración desafortunada, que cualquiera puede tener. La comunidad judía sabe quién es Marcos Aguinis, sabe que representa una de las voces más claras de la colectividad, de modo que es un episodio que está superado…
— En la DAIA este episodio generó un fuerte debate interno… Imaginemos un escenario en el cual un miembro reconocido de la colectividad tiene un desliz similar….
— Es imposible, sin analizar todo el contexto y cómo se da, dar una respuesta de lo que podría ser. Nosotros vamos a dar las respuestas a la altura de los problemas, que creamos que sean las mejores para la comunidad judía, y de eso tenemos que estar convencidos, con errores y con aciertos.

— Otro tema que despertó mucha polémica en el ámbito comunitario fue el acto por el 18º aniversario del atentado a la AMIA. ¿Cuál es el análisis que como candidato a presidente de la DAIA le merece el impedimento que tuvieron los familiares de las víctimas para participar del mismo?
Tal vez no se manejó bien el tema; tal vez hubo una influencia política; y, tal vez, no se supo explicitar públicamente lo que había pasado y por qué no estaban los familiares. Nosotros vamos a propender a que la DAIA esté presente en el acto del 18 de Julio, como estuvo en alguna oportunidad; porque en el atentado murió gente que trabajaba en la DAIA. Queremos que el reclamo de Justicia lo haga toda la comunidad. Porque si grita media comunidad, no es suficiente: estos son los muertos de Pasteur 633; judíos y no judíos, de AMIA y de DAIA. La AMIA y la DAIA tienen incumbencias absolutamente diferentes y también algunas, entre las cuales está la causa del Atentado, que son comunes; a las cuales ni la AMIA ni la DAIA nunca van a renunciar.