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“En Israel el hombre suele comportarse de manera parecida a la cultura árabe»

Zvi Eisikovits es un prestigioso académico de la Universidad de Haifa, con diversas investigaciones sobre género y violencia familiar, y varios libros publicados en ese campo: en la Argentina, por ejemplo, “Violencia Domestica: la mujer golpeada y la familia”. En esta entrevista con Nueva Sión, reveló que los estudios realizados en la sociedad israelí muestran que de “cada cuatro mujeres relevadas, una padeció algún problema de violencia sexual”.

Por Verónica Constantino*

NS: ¿Cómo está posicionado Israel respecto de lo que llamamos derechos de la mujer?
ZE: Si uno compara con otros países del mundo occidental, podemos decir que en Israel existen una multiplicidad de ligas contra la discriminación hacia las mujeres. Sin embargo, yo trabajo como profesor de la Universidad conjuntamente con mi mujer y, aunque recibimos el mismo salario, la igualdad es ficticia, no real, porque los arreglos sociales que hay con las mujeres y con los hombres son muy distintos y esto hace complicado igualar las posibilidades de avance a nivel profesional.

NS ¿Cuál es la situación en Israel con respecto a la violencia de género?
ZE: En Israel la norma es que el hombre se comporte de manera parecida al de la cultura árabe. Hicimos muchas investigaciones sobre la violencia hacia la mujer y encontramos que en estas sociedades, cada cuatro mujeres relevadas una padeció algún problema de violencia sexual por lo menos una vez en la vida. Cuando uno entrevista a los hombres por este tema, te responden: “Yo puedo hacer con mi mujer lo que quiero”.
Si reunimos a diez hombres israelíes, ninguno se animará a revelar cómo es su vida privada. Mi país, que ha pasado muchas guerras, es una sociedad muy machista, por ejemplo, uno aprende desde temprana edad que hay que ocultar los sentimientos.

NS: ¿Y cómo es en el Ejército la relación entre mujeres y hombres?
ZE: El ejército israelí es una comunidad más liberal que cualquier otra en el mundo, todos los cargos militares están abiertos tanto para hombres como para mujeres. Si alguien quiere darle una cachetada a una mujer comandante naval estará en serios problemas.

NS: ¿Cómo afecta el estado de guerra a los roles que en la sociedad se esperan del hombre y la mujer?
ZE: La guerra es una situación muy especial, que modifica todas las reglas de juego en Israel. Actúa no solamente para lo malo sino también para lo bueno. Por ejemplo, en momentos de guerra hay más unión social, se distiende la relación entre religiosos y laicos, entre judíos occidentales y orientales. Y entre hombres y mujeres también.
El problema sucede cuando la guerra termina. Las estadísticas sostienen que hay mayor violencia hacia las mujeres y un alto índice de divorcios. Las causas tienen que ver con el hecho de que en situaciones normales cada uno cumple un rol determinado dentro de la pareja, pero, cuando el hombre se va a la reserva o a la guerra, es la mujer la que asume el control de su familia. Cuando el hombre vuelve se da cuenta de que su rol se ha perdido y, a veces, quieren recuperarlo a través de la violencia. La mujer aprende en esas situaciones que se puede arreglar perfectamente sin el hombre.

NS: Israel nació como una sociedad pluricultural. ¿Cómo confluye esa diversidad dentro del Estado?
ZE: En Israel existen 7 millones de habitantes y hay múltiples grupos étnicos. Cuando se creó el Estado de Israel, se pensaba que juntando distintas culturas, los marrocanos, los alemanes, los rusos, los persas, iba a conformarse al “israelí”. Pero no funcionó de esa manera. El resultado de la mezcla fue que durante muchos años los askenazíes fueron los que dominaron la cultura israelí y marcaron el rumbo cultural del país; esto trajo aparejada una problemática étnica que fue transferida a la política.

NS: ¿En qué se materializó esta problemática dentro del campo político?
ZE: Israel tenía una base socialista muy fuerte que entraba en contradicción con el mal manejo de los problemas étnicos; no se podía tener una ideología socialista y decidir que los askenazíes iban a dominar la cultura o la política por encima de los sefaradíes.
En este momento hay un cambio muy grande en la sociedad israelí, ya que apareció un sector importante entre los sefaradíes que logró incorporarse a la sociedad media cultural dominante. Sucede lo mismo con los palestinos, hay un crecimiento muy importante de ellos que habitan en Israel y que son estudiantes. Por ejemplo, en la Universidad de Haifa existe un 38% de estudiantes árabes.

*  Lic. en Ciencia Política (UBA). Cursa la Maestría en Diversidad Cultural, especialización en Estudios Judaicos (UNTREF). Investigadora del Centro de Estudios Sociales (CES) de la DAIA.