Con respecto a las versiones que hubo sobre un supuesto acuerdo entre Irán y la Argentina para olvidar las causas de los dos atentados terroristas, Timerman fue tajante ante los periodistas: «Nunca hubo ninguna nube en la relación de Argentina con el Estado de Israel, que tiene relación profunda y lleva muchos años. Nos interesa intensificar el comercio con Israel y hacer una utilización más eficaz de todos los desarrollos tecnológicos que hay en este país, tener más intercambio cultural, que nuestros estudiantes puedan acceder a las universidades israelíes, que son muy buenas, que a su vez los israelíes puedan venir a la Argentina». Y agregó «No hay ninguna evidencia de que la Argentina haya cambiado su curso de acción, que comenzó en 2003 con la elección de Néstor Kirchner, en que el objetivo de nuestro país es investigar el tema de los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel».
Según el diario Página 12, el canciller israelí habría negado el hecho de que haya barajado la posibilidad de anular el viaje de Timerman por el rumor antes mencionado. Por el contrario, el referido periódico le atribuye a un sector de la DAIA vinculado al ex presidente Beraja “el intento de frustrar la visita de Timerman a Israel”. Y justificó la postura del gobierno argentino: “la Casa Rosada decidió que no correspondía contestar una nota periodística sin fuentes ni documentación, en un tema en el que tanto Néstor Kirchner como Cristina Kirchner se mostraron siempre inflexibles, al punto que mientras Brasil o Venezuela establecieron estrechas relaciones con Irán, Argentina siguió denunciando a Teherán ante las Naciones Unidas y peleó para que Interpol les diera la máxima categoría a las órdenes de captura contra los dirigentes iraníes reclamados por el ataque contra la AMIA”.
Si bien públicamente la cancillería israelí se mostró satisfecha con las explicaciones planteadas por el ministro de Asuntos Exteriores argentino, la cuestión tuvo fuertes repercusiones en Estados Unidos: “sabemos que hay discusiones entre los gobiernos de Irán y de la Argentina. No conozco dónde y por qué ocurren esas discusiones, pero es una cuestión que estamos observando», destacó el Responsable del Comando Sur de las Fuerzas Armadas norteamericanas, Douglas Fraser, en el marco de una reunión del Comité de las Fuerzas Armadas dedicada a considerar los desafíos en materia de seguridad que enfrenta el ejército norteamericano.
En los diferentes encuentros que tuvo el canciller argentino, uno de los principales temas tratados fue el del conflicto con los palestinos y en este sentido, el gobierno israelí mostró su descontento por la decisión argentina de reconocer el Estado palestino. En ese contexto, el canciller Timerman explicó que la decisión del gobierno argentino estaba basada en considerar que de esa forma se contribuía a reactivar el proceso de negociaciones de paz.
Cabe destacar al respecto que tanto el viceprimer ministro de Israel, Dan Meridor, como el presidente de la Comisión de Exteriores y Seguridad del Parlamento, Shaul Mofaz, advirtieron la preocupación por que el reconocimiento unilateral «aliente a los palestinos a no volver a negociar» y por el riesgo de ayudar a una escalada de violencia.
En otro orden de cosas, en su encuentro con Netanyahu el canciller argentino planteó los principales temas de la política exterior, como la reivindicación de la soberanía sobre las Islas Malvinas: «Le expliqué cuál es la situación y la negativa del Reino Unido para negociar una solución pacífica, en un tema fundamental para nosotros, como el colonialismo».
Por otra parte, y en el marco de su fuerte agenda de actividades en favor de incrementar los lazos comerciales y de cooperación científica y tecnológica, el canciller analizó la posibilidad de que Israel coopere con Argentina para aplicar nuevas tecnologías relacionadas con la educación, en el encuentro que mantuvo con el ministro de Educación, Gideon Saar.
