«La mejor manera de hallarlos (a esos “asesinos”) -continuó Bush, absolutamente convencido de la liberación que su invasión produjo tierras iraquíes- es trabajar junto al pueblo iraquí para rastrearlos y luego capturarlos», dijo.
«Mientras más libres se hagan los iraquíes, mientras se disponga de más electricidad, mientras haya más puestos de trabajo, más niños que vayan a la escuela, los asesinos se pondrán más desesperados porque no pueden resignarse a la idea de una sociedad libre. Ellos odian la libertad, aman el terror. Prefieren crear el miedo y el caos. Y si hay algo a lo que estamos más decididos es a no dejarnos intimidar por esos asesinos. En realidad, estamos aún más decididos a trabajar con el pueblo iraquí para establecer las condiciones para la libertad y la paz, porque es de nuestro interés nacional el hacerlo”.
Asistieron también a la sesión informativa el secretario de Defensa Donald Rumsfeld; la asesora de Seguridad Nacional Condoleezza Rice y el Jefe de Estado Mayor Conjunto, general Richard B. Myers.