Hombres de acero

Estados Unidos no se intimida por ataques terroristas en Bagdad

Estados Unidos no será intimidado por los ataques terroristas ocurridos en Bagdad contra el Hotel Al Rashid, la sede de la Cruz Roja Internacional y tres estaciones de policía, en los que perecieron docenas de personas, subrayó la administración Bush el pasado 27 de octubre, en ronda de prensa. El presidente Bush describió los ataques como medidas "desesperadas" de "asesinos despiadados". "En Irak hay terroristas que están dispuestos a matar a quien sea para poder frenar nuestros avances. Mientras más exitosos seamos en el terreno, más habrán de reaccionar estos asesinos. Nuestra tarea es encontrarlos y llevarlos ante la justicia", dijo Bush a los reporteros. Mientras estas declaraciones circulan por el mundo, las encuestas sobre la opinión del pueblo norteamericano por invasión a Irak continúan dándole negativas casi en un 50% de los entrevistados.

«La mejor manera de hallarlos (a esos “asesinos”) -continuó Bush, absolutamente convencido de la liberación que su invasión produjo tierras iraquíes- es trabajar junto al pueblo iraquí para rastrearlos y luego capturarlos», dijo.
«Mientras más libres se hagan los iraquíes, mientras se disponga de más electricidad, mientras haya más puestos de trabajo, más niños que vayan a la escuela, los asesinos se pondrán más desesperados porque no pueden resignarse a la idea de una sociedad libre. Ellos odian la libertad, aman el terror. Prefieren crear el miedo y el caos. Y si hay algo a lo que estamos más decididos es a no dejarnos intimidar por esos asesinos. En realidad, estamos aún más decididos a trabajar con el pueblo iraquí para establecer las condiciones para la libertad y la paz, porque es de nuestro interés nacional el hacerlo”.
Asistieron también a la sesión informativa el secretario de Defensa Donald Rumsfeld; la asesora de Seguridad Nacional Condoleezza Rice y el Jefe de Estado Mayor Conjunto, general Richard B. Myers.