Tzavta Centro Comunitario

Talleres de Microemprendimientos: una experiencia exitosa

Con el objetivo de buscar nuevos caminos de salida a la crisis más aguda que atravesó el país durante el 2002, la licenciada Herminia Fainstein organizó Talleres de Microemprendimientos para los padres de los chicos del movimiento Hashomer Hatzair. Es evidente que un horizonte de condiciones laborales precarias favorece la aparición de temor, incertidumbre, inseguridad, bronca, soledad e impotencia. En tales casos, si bien existe la asistencia que ofrece la comunidad para afrontar las carencias extremas, ésta presenta un aspecto negativo: mantiene el estancamiento por el efecto inercial de la dependencia y, paradójicamente incrementan los sentimientos de frustración. De la crisis hay que salir activo y con propuestas diferentes. Y ese fue el objetivo de los talleres propuestos oportunamente.

La metodología empleada presentó una ventaja diferencial respecto a los numerosos cursos de micro empresas. Se trabajó con un criterio de grupos operativos solidarios en la construcción del conocimiento colectivo y la acción.
¿Cuál fue la clave de estos talleres? Sentirse acompañado y acompañar, entre pares; sentirse acompañado por profesionales para “descubrir” que uno mismo -con otros, en forma solidaria- puede convertirse en emprendedor.
La condición de emprendedor no es innata. Estos talleres se desarrollaron en un proceso de enseñanza y aprendizaje para superar mistificaciones tales como determinar de antemano capacidades y limitaciones. Las nuevas experiencias abrieron el camino al descubrimiento de habilidades ignoradas.
Los logros se alcanzaron con acompañamiento, sostén y contención para afrontar los miedos, la incertidumbre, la inercia, el peso de posibles fracasos anteriores y las resistencias propias del temor a lo desconocido y el cambio.
Se construyeron, en forma colectiva y solidaria, los requisitos necesarios para sortear tales obstáculos, para poder acceder a la condición de emprendedor, al “se puede ser emprendedor”.
Esta fue la vivencia más importante de los participantes del taller, tal como ellos mismos lo señalaron en sus evaluaciones.

La metodología

En el taller se trabajó dos frentes articulados: las actitudes y los conocimientos.
La autoafirmación, el reconocimiento de derechos, el afianzamiento de la confianza en sí mismo, el ejercicio de la creatividad y la superación del individualismo, fueron cinco aspectos en términos de actitudes que se retroalimentaron para abrir paso a sentir que es posible trabajar y ganar dinero.
En el taller la formación incluyó y superó la información. No fue pura teoría. Las herramientas se incorporaron durante la construcción del proyecto. Predominó la tendencia a un aprendizaje significativo en el sentido que la información recibida se dirigía a un campo concreto de aplicación, tanto en construcción individual como en sociedad, de la propia empresa. El nuevo conocimiento se dirigió a descubrir los problemas que esta construcción les plantea y a la exploración de soluciones para la propia empresa. En este aspecto un punto fundamental a revelar fue la viabilidad de la empresa ideada.
La construcción en asociación con confianza personal y recíproca, evita que la tarea se convierta en un campo de competencia destructivo y favorece un espacio de aportes diferenciados y sinérgicos en beneficio mutuo.

Los ejes

Se trató, por lo tanto, de una tarea montada en torno a dos ejes: el acompañamiento y la confianza.
En los profesionales fue uno de los requisitos para su participación en el equipo. En el caso de los integrantes del taller, se promovió a través de un conjunto de normas de participación y apoyo durante el desarrollo del mismo.
En estos casos, generalmente, se produce un fenómeno de decantación por el cual permanecen los que logran asumir una mayor capacidad de compromiso que, con el desarrollo del sentimiento de pertenencia, se afianza.
La misión de los profesionales fue trabajar para los que quieren trabajar. Los resultados obtenidos, en Tzavta Centro Comunitario, permitió verificar que los resultados son superiores en eficiencia y eficacia a los de otros cursos. El grupo de Tzavta está actualmente funcionando como grupo autogestivo y sigue avanzando.
La convocatoria fue motorizada en Tzavta por Valeria Zapesochny y colaboraron con la licenciada Herminia Fainstein el doctor Roberto Faur, el arquitecto Carlos Grad y el ingeniero Roni Weizman.