Sigue la polémica

Fundamentalismo: Capítulo II

Israel Lotersztain, que denunció lo sucedido en AMIA durante la conferencia del rabino Weizman, aporta nuevos datos sobre el pensamiento político del rabino y sus auspiciantes.

Por Israel Lotersztain

Como recuerdan hace unos veinte días denuncié una conferencia en la AMIA en la cual el Rabino Yejiel Weizman declamaba lo que para mí constituía a todas luces una gran dosis de racismo, intolerancia y fundamentalismo, sobre la base o más vale el pretexto de una profecía de la Mishná que anunciaría en su opinión, para el momento actual, la inminente llegada del Mesías.
Pasada mi indignación inicial se me despertó con todo la curiosidad por analizar la profecía en cuestión, para lo cual conté con la colaboración inestimable de Mordejai Mishor (Moti Milleritzki), mi gran amigo y condiscípulo de la juventud, y hoy una eminencia en textos antiguos de la Universidad de Jerusalén. Lo que encontré gracias a su ayuda es muy interesante, y lo quiero compartir con Uds.
La extraña profecía (ya que es la única que se encuentra en toda la Mishná) se ubica en la llamada Masejet Sotá, correspondiente al tema (Seder) Nashim (mujeres) en su capítulo 9, Mishná 15. Se trata claramente, según los especialistas, de un texto añadido varias generaciones más tarde, ya que aparece como una especie de Apéndice a la masejet, junto con un conjunto de temas que nada tienen que ver con el contenido de la misma, y sin ninguna separación, lo cual precisamente resalta su caracter ajeno al texto mismo de la Mishná. Ese agregado, reiteramos, pudo haber sido efectuado hasta siglos más tarde.
Vayamos ahora a la traducción más fiel posible. ‘Cuando se acerque el Mesías la insolencia y la carestía se acentuarán. La vid dará su vino pero este será carísimo. El reino se convertirá a la herejía y no se debatirá. El lugar de reunión se convertirá en un prostíbulo, Galilea se verá desvastada y Gebal desolada. Los hombres de frontera (los nómades) rodarán de ciudad en ciudad y no encontrarán favor. La sabiduría de los escribas se corromperá, los temerosos del pecado serán rechazados, la verdad será suprimida, los jóvenes empalidecerán los rostros de los ancianos, los ancianos servirán a los menores. El hijo deshonrará al padre, la hija se alzará contra su madre, la nuera contra su suegra, los enemigos del hombre serán los de su propia familia. El rostro de esta generación recordará al de un perro, ya que el hijo no sentirá verguenza ante su padre…’
Como se ve en primer lugar y desde el mismo comienzo de la Profecía  el tema inflacionario es un claro indicio de la inminente llegada del Mesías. Pero en su momento Israel, como se recuerda, tuvo una inflación hasta treinta y mas veces mayor que la actual (que es de las más bajas del mundo) y sin embargo la ansiada redención no llegó. En segundo lugar mi reciente visita me permitió comprobar que Galilea para nada está desvastada: por el contrario nunca ha estado tan pujante, floreciente y hermosa.
En cuanto al ‘lugar de reunión’ del tercer renglón de la Profecía de la Mishná Sotá está claro para los que conocen el idioma de la Mishná que se refiere al lugar donde se reunían aquellos que estudiaban la Ley de Dios, o sea el equivalente de las Midrashot de hoy en Israel, mantenidas como bien se sabe con los impuestos de todos sus ciudadanos. Si el rabino Weizman afirma que es inminente la llegada del Mesías y dado que seguramente las frecuenta, debe tener, si se lee como sigue la profecía,  una opinión muy lapidaria sobre las mismas.
Podríamos seguir analizando muy largamente este texto, pero se puede afirmar quizá como elemento saliente del mismo, quizá el preponderante, que quien lo formula está claramente preocupado por un típico conflicto generacional, que se caracteriza por la pérdida de respeto hacia la generación mayor por parte de los más jóvenes. Esto es sin duda un problema universal, y como se ve de larga data, pero para nada conocemos que en Israel se encuentre especialmente acentuado. Por el contrario, numerosos indicios denotan allí una actitud de la juventud israelí al respecto mucho mejor que en otras partes. Me constan sin embargo los enfrentamientos entre suegras y nueras a las que se refiere la profecía pero confesemos que quizá están un poco justificados. Como todos sabemos: ¡hay cada suegra judía!…(Y seamos justos, cada nuera, cada yerno…).
Por último, para no abrumar en detalles, puede verse que al mejor estilo de los pastores electrónicos evangélicos, el rabino Weizman extrae una única frase (la herejía del reino) de un muy extenso texto, deja de lado todo lo que no le sirve o se opone a sus ideas, y construye una conclusión que básicamente el ha inventado previa y tendenciosamente. Muy lamentable.
Aprovecho para desearles a todos SHANA TOVA y formular ruegos para que el año próximo no debamos dedicarnos nuevamente a este tipo de situaciones.