Polémica abierta por Salamón

La juventud judía en los 70´

En una provincia aún marcada por el significado de los juicios a los generales Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Bussi - ex gobernador de dicha provincia - por sus respectivos roles en la última dictadura militar, se suscitó un fuerte entredicho en torno a declaraciones realizadas por el presidente de la DAIA filial Tucumán, Jaime Salamon. Sus declaraciones reabren el debate sobre el papel de la comunidad judía en y sus instituciones en aquellos años.

Por Bruno Kusevitzky

Salamón había expresado a la Agencia Noticiosa Prensa Judía que "algunos shlijim (emisarios de Israel) llevaron a sus janijim  – miembros de movimientos juveniles sionistas – a interesarse por la cuestión de la guerrilla".
Entrevistado por dicha agencia informativa, Moshé Rozén, enviado del Departamento de Educación Judeo-Sionista de la Agencia Judía para Israel y Hashomer Hatzair Mundial respondió a las declaraciones del directivo de la filial de la DAIA en Tucumán. Rozén remarcó la positiva labor de los shlijim   durante la última y rechazó las opiniones de Salomón.
Cabe acotar que  Jaime Salamón no hizo referencia a ningún movimiento en particular. La agrupación juvenil sionista que militó en Tucumán, y todavía sigue haciéndolo, es Habonim Dror, de orientación laborista.
Por su parte,  la DAIA se desvinculó de las declaraciones de Salomón, al afirmar que "la Agencia Judía y sus enviados siempre han permanecido ajenos a toda actividad política de orden nacional".
Una de las banderas del Proceso de Reorganización Nacional – y reiteradas varias veces por Bussi y Menéndez en sus recientes juicios-, era que "la infiltración marxista" amenazaba el carácter "occidental y cristiano" de la sociedad argentina. Pero esa bandera en sí, no es precisamente por lo que tristemente se recuerda a aquella dictadura, sino que son sus secuestros y desapariciones. En efecto, los dichos de Salamon dejan varios interrogantes. En un ámbito donde se estaba procesando a un ex gobernador represor como Bussi para luego ser hallado culpable de torturas y desapariciones, el tema abordado por el dirigente de DAIA no es relevante, pero, abierta la polémica, se debe señalar la distancia entre la militancia  sionista con la guerrilla en los 70.

La juventud judía de aquel entonces

La  juventud judía no fue ajena a la radicalización política  que atravesaba a los jóvenes argentinos, allá por principios de los años 70. Es de destacar a la Juventud Sionista Socialista,  que nació en un año crucial del siglo veinte para la Argentina y para el resto del mundo: 1973. No fue un año más. Con la crisis del petróleo, entre varios aspectos, empezaba el fin del esplendor del Estado de Bienestar en Occidente. Las tropas norteamericanas comenzaban su retirada de territorio vietnamita, siendo así la primera derrota militar estadounidense en la historia. En Medio Oriente, una coalición militar de países árabes atacó a Israel en el día de Iom Kipur, abriendo así a la famosa guerra del mismo nombre. Mientras que en Latinoamérica, el derrocamiento y posterior asesinato/suicidio de un líder que instaba al socialismo de manera pacifica y democrática en Chile, Salvador Allende, junto con los sucesos en Argentina – esto es, la asunción de Cámpora y el regreso de Perón –  daba un terreno fértil para que naciera esta agrupación de jóvenes militantes, que llevaba en su bandera al sionismo y a la defensa de Israel con su distancia crítica de los gobiernos israelíes. Esta base ideológica era combinada con el socialismo que abogaba por las luchas y conquistas de la clase trabajadora, pero en una atmósfera  plural democrática,  propia, por ejemplom de las reivindicaciones de Allende.
Se vivía el auge de la militancia política peronista y marxista: estudiantes judíos, como otros muchos jóvenes de similar inserción social y cultural en Arrgentina,   vivían  intensamente esta atmósfera política.
Un ejemplo de la ideología que animaba a la JSS fue, precisamente en aquel año, 1973. Sus convocatorias a dos marchas aglutinaron a centenares de jóvenes: una de ellas fue frente al Congreso nacional, para repudiar el golpe de estado en Chile, y posteriormente otra similar, esta vez para solidarizarse con el Estado de Israel frente al ataque de los ejércitos árabes en dicho año.
Este último punto era uno crucial, que marcaba la notable diferencia de la JSS con otros movimientos de izquierda no judíos – además de ser partidarios del cambio social pero no abogar por la lucha armada : precisamente, es después de la guerra de Iom Kipur – junto con el estancamiento de las relacionas diplomáticas de Israel con Cuba y con la Unión Soviética-, que la mayoría – no toda – de la izquierda mundial y el sionismo comienzan su divorcio. Desde su creación, Israel representaba para estos un "David" que, con poco territorio y recursos, desafiaba a "Goliat" representado por  los gobiernos árabes reaccionarios. Partidos de izquierda comenzaron a ver al bloque árabe como un verdadero "luchador" de los países oprimidos tercermundistas. La  JSS comenzó a percibir  el acercamiento de los sectores de izquierda argentina a la Liberación de Palestina – OLP , fenómeno que tuvo paralelo en otros lugares del mundo: algunas organizaciones en Europa, inclusive en Alemania, asumieron posturas lindantes con el antisemitismo,  como la Fracción del Ejército Rojo  – también conocida como banda Baader-Meinhof o por sus iniciales RAF .

La JSS

La primera asamblea de la JSS reunió alrededor de 400 a 500 jóvenes, independientes como -asimismo- militantes de movimientos sionistas tradicionales – Hashomer Hatzair, Habonim, Dror o Hejalutz Lamerjav .
Pero para aquella juventud, como al resto del país, le llegó finalmente su noche.El  General Videla prestó su juramento presidencial en el salón Blanco de la Casa Rosada: dos días después del derrocamiento de Isabel Martínez de Perón en 1976. La JSS, paulatinamente,  se debilitó. Muchos de sus militantes optaron por la opción que les brindaba el Estado de Israel: la alíá.
Anteriormente, a finales de la década del 60, con la atmósfera del "Cordobazo", había surgido otro grupo: el Movimiento Amós de Izquierda Sionista – MADIS.
Amós,  integrado por estudiantes secundarios como del Colegio  Nacional Buenos Aires, era una escisión de Hashomer Hatzair, había adoptado su nombre, -Amós- como identificación con un profeta bíblico que abogaba por la justicia social.
Se autoproclamaban como "sionistas socialistas revolucionarios", al afirmar que en la Revolución Rusa había participado el partido Poalei Sión.. Amós sostenía que la revolución socialista al ser a nivel mundial, también llegaría a Israel, mediante su representación. El movimiento hasta llegó a lanzar un periódico que se distribuía en algunos colegios. La dirigencia comunitaria de aquel entonces mostraba preocupación por la ideología y algunas acciones que caracterizaban a este grupo de jóvenes. Sin embargo, hacia 1971 Amós comenzó a disolverse, ya que varios de sus integrantes finalmente comenzaron a formar parte de movimientos típicos de izquierda no judíos en el país, algunos finalmente se desentendieron de la militancia política en general y otros activistas se radicaron en Israel.