A 70 años de su muerte:

La increíble historia de Raquel Liberman será llevada al cine

Mauricio Farberman ha sido Productor de exitosos ciclos en la televisión abierta -“Cosa Juzgada“ entre otros-, Director Artístico de los canales 11 y 7 y estuvo a cargo de la co-producción de “La historia oficial”. Lo que sigue tiene que ver con “la Liberman”, su guión para cine que acaba de finalizar y que narra una parte de la historia de un sector de nuestra comunidad y su relación con la Argentina que crecía, a través de la historia de una mujer poco conocida, Raquel Liberman, pero gracias a quien logró destruirse a la tristemente célebre Zwi Migdal.

¿Porqué se le ocurrió trabajar sobre este personaje?

Vayamos de lo general a lo particular. Existe una causa noble que hizo eclosión: la revalorización de la mujer pese, en algunos casos, al apoyo relativo de sus parejas. Dentro de ese contexto general hay que ubicar la historia de Raquel Liberman que en este momento se encuentra vinculada a esa causa por todo lo que se ha escrito sobre ella en estos últimos años.

¿Qué antecedentes puede darnos sobre el tema?

El rescate de la figura de Camile Claudel, discípula y amante del escultor Auguste Rodin, escultora ella también. Los críticos de arte afirman que sus trabajos superaron a los de su maestro. No recuerdo el título pero he visto un film francés sobre esta historia donde se evidenció el intento de Rodin de subalternizar a su pareja.
También está la historia de Frida Kahlo y su tormentosa relación con Diego Rivera y León Trotsky, su amante. Se la rescató por el valor artístico de sus autorretratos, pero escamoteando su militancia política y su lucha por un lugar justo de la mujer en la sociedad.

¿Qué acciones revalorizaron a la mujer en Argentina?

En política, desde Alicia Moreau de Justo -que señaló el auge de la prostitución en Argentina en 1920- pasando por Eva Duarte en la mitad y hacia el final del siglo, Cristina Fernández de Kirchner. En las letras, siguiendo el mismo orden cronológico, desde Victoria Ocampo a María Elena Walsh, Beatriz Sarlo, y al final del 2.000, Sandra Russo. En la gestión colectiva, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo son un ejemplo insuperable: ganaron un prestigio mundial que ningún gobierno o partido argentino ha podido obtener.
El éxito del Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario, del mes pasado, que reunió a 12.000 mujeres peleando por sus legítimos derechos.
Hoy, en política, las mujeres compiten con los hombres que las formaron: Elisa Carrió pasará a la historia política argentina superando a Raúl Alfonsín; Walsh/Ripoll han movilizado más gente que Echegaray. En música, teatro y cine el aporte femenino es valiosísimo: Marta Argerich, Susana Rinaldi, Mercedes Sosa, Adriana Varela, María Rosa Gallo, Norma Aleandro, María Luisa Bemberg, Lita Stantic, María Herminia Avellaneda, Lucrecia Martel, Laura Hernández. En psicoanálisis: desde Mimi Langer a Silvia Bleichmar pasando por Eva Giberti -que impulsó a su esposo Florencio Escardó a difundir el psicoanálisis desde la TV cuando estaba reducido a cenáculos y pacientes intelectuales de buen pasar-.

¿Qué relación encuentra entre esta revalorización de la mujer con la historia de la Zwi Migdal y Raquel Liberman?

Primero: Detrás de la fachada de ‘Sociedad de Socorros Mutuos’, con personería Jurídica otorgada por el Estado, la Migdal fue la mayor organización criminal de toda la historia argentina. Entre 1898 y 1932, dada la afluencia masiva de una inmigración abrumadoramente masculina, esta entidad -fundada por rufianes judeo-polacos- importó mujeres judías-polacas que padecían una situación familiar rayana en la miseria a las que, mediante engaños, las empujó a la prostitución.
Para que el lector tenga una idea del enorme poder económico de la Migdal, en 1929 generó una ganancia de $ 108.000.000 equivalentes a 36.000.000 de dólares; poseía doscientos burdeles en todo el país y cerca de tres mil esclavas sexuales, la mayoría de ellas sin documentos. Esta situación fue posible por la complicidad activa de la Policía y la Municipalidad.
Segundo: Para mantener esta situación durante más de treinta años, existía la amenaza real de la muerte para aquella prostituta que denunciara su esclavitud. Eran pupilas, no podían salir del prostíbulo donde vivían y ‘recibían’ entre 30 a 50 hombres por día.
Sin parientes ni amigos en la gran ciudad, generalmente sin documentación, hablando un castellano deficiente: ¿qué mujer prostituída iba a atreverse a la denuncia? Bien, eso es lo que hizo Raquel Liberman posibilitando que un Juez de instrucción probo como Manuel Rodríguez Ocampo, secundado por el Comisario Alzogaray, encarcelara a 107 poderosos rufianes pertenecientes a la Migdal.
Para vergüenza de la justicia argentina, los doctores Oribe, Ortiz de Rosas y Coll de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal sólo inculparon a tres rufianes y ordenó la libertad inmediata de los 103 encarcelados “por falta de mérito”. El Jefe de Policía, considerando la presión popular canalizada por el periodismo, señaló que todos ellos tenían frondosos prontuarios y como eran extranjeros libró oficio al Procurador Fiscal Federal para que aplicara la 4.144 y los deportara.
Así fue como la Zwi Migdal quedó aniquilada por la llamada Ley de Residencia de Miguel Cané -el autor de Juvenilia-, creada para que el Estado deportara a extranjeros con actividades gremiales o políticas adversas al gobierno conservador.

Centremos, ahora, el análisis en la vida de la Liberman.

‘Mujer de vida airada’ como la definió entonces un periodista imbécil y amante de los lugares comunes del diario Crítica. No es sencillo analizarla porque ya no existen testigos directos de la doble vida que llevaba. Sabemos que su hijo mayor ha fallecido y el menor vive su ancianidad recluido en un hospicio. Ellos nunca supieron que de niños fueron mantenidos por una madre que ejercía la prostitución y que devino en una heroína. Los diarios y revistas de la época llenaron páginas sensacionalistas con la historia tenebrosa de la

¿Qué autores escribieron sobre la vida de Raquel?

En una muy documentada investigación sobre la prostitución legal en Buenos Aires, Donna J. Guy se refiere a la Zwi Migdal y dedica algunas páginas al juicio promovido por Raquel. Gerardo Bra, escritor miembro de la Sociedad Argentina de Historiadores, en su libro le dedica veinte páginas en un capítulo, Ernesto Goldar también escribió unas páginas al igual que el Comisario Alzogaray.
Es la doctora Nora Glickman, en su libro editado en los Estados Unidos en el año 2000, quien estableció que su llegada a Buenos Airess -con sus dos hijos- obedecía al reencuentro familiar con su esposo. Luego, Myrtha Schalom, que por casualidad entró en contacto con quien resultó ser la nieta, compartió esta información y aportó para su novela fotografías y documentos de gran valor.
En fin, todos tenemos en común que nos referimos a la Liberman a partir de su llegada a Buenos Aires y su posterior denuncia. Pero desde 1931, después del fallo judicial hasta el 7 de abril de 1935 en que fallece, en el Hospital Argerich, sólo prima el piadoso manto de silencio que tendió sobre los últimos cuatro años de los

Háblenos acerca de su guión cinematográfico “La Liberman”.

Me doy la satisfacción de decirle que en los últimos días de julio decidí no revisarlo más después de cinco versiones que modifiqué, por las contradicciones que surgían cada vez que accedía a nuevas fuentes. Un ejemplo: Gerardo Bra afirma que Raquel Liberman vino seducida y engañada por un proxeneta de regreso de un viaje de ‘remonta’, lo que no es cierto como surge de la investigación de la doctora Glickman y de la novela de la señora Schalom.
No me asombra que seamos varios los interesados en ella a setenta años de su muerte inadvertida para el gran público. Raquel Liberman se convirtió en un personaje excepcional cuando superó las peripecias de la prostitución que no eligió ejercer y denunció la organización esclavista, con real peligro de que la asesinen. Ahí es cuando se convierte en una heroína y para un escritor en un gran personaje.
Aquí surge el eterno interrogante: ¿en qué medida un escritor debe ser fiel hasta en los detalles cuando se interesa en la vida de una persona conocida o famosa? En mi caso, me muní de la información y la documentación imprescindible y recreé una Raquel Liberman que nace de mi imaginación creadora inserta en las circunstancias dadas y públicas que le tocó vivir.
No soy un historiador, soy un guionista. Ella nos pertenece a todos los que amamos y veneramos a los seres que eligen ser justos.

¿Colaborará Luis Puenzo, esta vez, con un guión suyo?

Luis está compaginando “La puta y la ballena”, film que tiene que ver con el ambiente prostibulario y no está en sus planes convertirse en un especialista en la materia…. Leyó el script y me dio aliento y opiniones que valoro. En este momento, dos importantes personas están evaluando la factibilidad de dirigir y producir el film que, sobre la base de mi experiencia de treinta años ligado al espectáculo, me atrevo a aseverar que concitará el interés de un público numeroso.