Aparecido en U24:

En medio de la inútil diferencia entre Macri y Lavagna, el rabino Bergman evalúa su propio arribo a

"El rabino Sergio Bergman resulta el personaje más interesante que ha asomado a la opinión pública desde la crisis de 2001/2002. No es 'kirchnerismo sin Kirchner' como Roberto Lavagna ni popularidad a base de Boca Juniors como Mauricio Macri. De ideas muy claras y una elocuencia deslumbrante, probablemente su único obstáculo es la escasez de antecedentes de judíos argentinos volcados a la política electoral doméstica". A pesar de que Bergman ya haya manifestado que no entrará en la arena política nacional, U 24 lo pone en duda en su envío del pasado 5 de diciembre.

Néstor Kirchner se dice fascinado con su propio descubrimiento: Daniel Scioli candidato a gobernador bonaerense. Las encuestas que le llegan le provocan alegría, luego de haber maltratado, ‘ninguneado’, y anulado a Scioli durante 3 años. El propio Presidente promovió alguna denuncia periodística acerca de la inhabilidad empresaria de Karina Rabolini, la mujer de Scioli. Pero ahora Scioli es intocable como candidato a gobernador bonaerense.
Kirchner no cree que el pasado ‘menemista-duhaldista’ de Scioli pueda comprometer su futuro político; tampoco su desconocimiento absoluto sobre la problemática bonaerense: «Si Carlos Ruckauf fue gobernador ¿por qué Daniel no puede mejorar esa elección?», pregunta el mandatario.
Por supuesto que Scioli tiene flancos débiles pero hoy la oposición se encuentra empeñada en reyertas intestinas; disputas de egos.
Si bien Ricardo López Murphy soportó el manoseo de Mauricio Macri, éste no toleró el de Roberto Lavagna.
Macri y Lavagna se parecen bastante: caprichosos, individualistas, afectos a las evasivas, autoritarios en la relación personal con quienes le acompañan. Provocan una tensión excesiva en vez de generar seguridad, distensión, ambientes de trabajo agradables.
Que no queden dudas: la mayoría de quienes acompañan a ambos, los abandonarían en caso de surgir otro personaje con más carisma y mejor relacionamiento.
Entre Macri y Lavagna se echan la culpa de su cortocircuito presente. Pero como nada es definitivo y muchos sospechan que es sólo una circunstancia, tampoco quieren involucrarse en el escarceo sentimental.
Hoy los 2 afirman que quieren ser candidatos a Presidente, pero ninguno de los 2 lo explicita. Se sabe que Macri tiene una alternativa en la Ciudad de Buenos Aires aunque a muchos les interesaría que fuese a Provincia de Buenos Aires para dejar a Jorge Telerman en la Ciudad.
Lavagna, en cambio, dejó en claro que carece de interés por otra candidatura que no sea a la Casa Rosada.
Mucho más maduro que él demostró ser Francisco de Narváez, quien precisamente lo acompaña en sus visitas bonaerenses: Narváez le dijo hace unos días a Urgente24 que él no considera que su candidatura a gobernador sea indispensable. «Si hay otro mejor, yo estoy dispuesto a sumarme. No trabajo desde el ego», explicó, y por cierto que dejó la sensación de una joven madurez en el proselitismo cotidiano.
Macri y Lavagna no son los únicos indecisos. Juan Carlos Blumberg, quien iba a anunciar su decisión 2007 luego del juicio contra los asesinos de su hijo Axel, ahora postergó el anuncio hasta después de sus vacaciones (merecidas por cierto, con tanto trajinar).
Mientras tanto quien ha comenzado a moverse es el rabino Sergio Bergman, quien comenzó como un subproducto de Blumberg y terminó adquiriendo un protagonismo propio.
Bergman tiene carisma, buen trato con quienes le acompañan, es frontal, una visión moderna de la fe y del ecumenismo, y es valiente: nadie habló sobre qué le ocurre a la Argentina como él.
Bergman aún no ha explicitado cuál es su proyecto; si trabajaría en la Ciudad o en la Provincia, si es para el Ejecutivo o para el Legislativo; sí hay constancias de que Bergman ha comenzado a realizar consultas y a preguntar si habría financiación para un proyecto semejante.
Esto es condición imprescindible. No existe la política sin algún financiamiento. Y no es serio que una persona se postule sin tener esta cuestión definida.
El simple rumor sobre Bergman corrió como reguero de pólvora y la repercusión fue muy positiva. Kirchner debería reflexionar luego del ‘efecto Misiones’: hoy cualquier líder social le gana a cualquier líder de la política convencional.
Porque los líderes sociales son más creíbles y no tienen que explicar sus conductas como sí deberá hacerlo, más temprano que tarde, Scioli (y su hermano ‘Pepe’, según sostuvo el periódico ‘Perfil’ el domingo pasado).
Además, hay que comenzar a terminar con esta política de políticos que subestiman a la gente y por eso nunca dicen nada interesante; sólo posan, sonrientes, para la fotografía y luego van hacia su próximo destino; jamás aportarán una definición, una idea, algo que resulte interesante. Bueno… el estilo Scioli o Carlos Reutemann, especuladores de la nada.
Por ahí, vamos aclarando el panorama y la situación se pone más interesante. Ocurre algo fundamental: las mediciones de Cristina de Kirchner en los grandes centros urbanos es bastante pobre, y sólo crea una sensación: con decisión y organización, a esta gente se le puede ganar.