Elecciones en la DAIA:

Tres para ganar

El próximo 6 de noviembre se renovarán autoridades en la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). Tres dirigentes se postulan para ocupar el puesto que abandonará Jorge Kirszenbaum, quien asumiera luego que Gilbert Lewi renunciara por una afección de su salud. Abraham Kaul, Aldo Donzis y Natalio Fitchelson, tres (candidatos) para ganar.

Por Guillermo Lipis

La DAIA es la entidad política representativa de la comunidad judía de la Argentina, conformada -como organización de segundo grado- por 124 instituciones de la Capital Federal y 29 del interior afiliadas y provenientes de perfiles tan variados como socio-deportivos, educativos, culturales y religiosos.
La DAIA -cuya misión fundacional es la defensa de la dignidad del judaísmo argentino, combatiendo todo acto de discriminación social, el antisemitismo, y la xenofobia- enfrenta una marcada tendencia de irrepresentatividad basada en el accionar de sus últimos dirigencias y no en sus fines específicos.
El ejemplo más reciente es la defensa corporativa realizada del ex presidente Rubén Beraja, procesado por el juez Ariel Lijo, dada su vinculación en el pago de los 400.000 dólares a Carlos Telleldín con el objetivo de armar una pista falsa en la investigación del atentado.
Así se llega a un nuevo acto eleccionario con la postulación de Kaul, Donzis y Fitchelson.

Kaul

Abraham Kaul logró tener un protagonismo mediático importante al tomar algunas posiciones equidistantes de los dirigentes liderados por Jorge Kirszenbaum.
“Debemos reconocer el fracaso de la querella unificada” dijo luego de la finalización de su mandato al frente de la AMIA, reflexionando sobre el juicio. A pesar de ello, Kaul no rompió filas con la querella unificada que se mantiene, incluso, luego del fallo de la Cámara de Casación que ratificó todo lo juzgado por el Tribunal Oral Federal número 3.
Se enfrentó a la DAIA por primera vez cuando, los dirigentes de esta organización -con Kirszenbaum a la cabeza- intentaran boicotear la reunión anual del American Jewish Committee en ocasión de la presencia del presidente argentino Néstor Kirchner (el 5 de mayo de 2004).
Y la segunda, cuando Kaul -aún como presidente de la AMIA- organizara el primer homenaje oficial de su comunidad a los desaparecidos argentinos de origen judío.
El 7 de diciembre de 2004, junto al presidente Kirchner, en la plaza seca de la sede de la AMIA, Kaul reivindicó la necesidad de recordar y reparar la memoria “por los mejores hombres que hemos tenido”.
“Este acontecimiento justo y necesario -dijo entonces- nos causa dolor y vergüenza por no haberlo realizado antes. Lo que vamos a recordar es a todos los desaparecidos, un alto porcentaje eran judíos (1.900) que recibían un castigo adicional por serlo. Por eso reafirmamos que ellos son parte de nuestra comunidad judía y de los argentinos que luchan cotidianamente por un país mejor.”

Aldo Donzis

“No estuve con Beraja” se preocupa en manifestar Donzis quien conlleva el estigma de la renovación del oficialismo dado que se incorporó a la DAIA en 1999, con Rogelio Cichowolsky y continuó con José Hercman, con quien se retira en el 2003 tras perder la postulación a vicepresidente primero a manos del actual titular Jorge Kirszenbaum.
Donzis fue el organizador del homenaje desafortunado de la DAIA durante la gestión Hercman: estuvo a cargo de la reunión sostenida, con el posterior brindis, entre las autoridades de su institución y los jefes de la Dirección General de Terrorismo Internacional y Delitos Complejos de la Policía Federal en la que estuvo presente el ex comisario Jorge ‘El Fino’ Palacio; quien fuera relevado por el presidente Kirchner cuando el noticiero ‘Telenoche’ difundiera una grabación telefónica entre el comisario retirado Carlos Gallone (implicado en torturas durante la última dictadura militar) y el reducidor de autos, detenido por el caso Blumberg, Daniel Sagorsky.
“En todas las fuerzas de seguridad, cuando se finaliza un encuentro se organiza la llamada ‘Copa de Honor’” explica Donzis. “Eso es lo que fue ese brindis, no podíamos evitarlo”.
A las voces que lo definen como la figura de la continuidad, Donzis les dice que “si bien estuve en dos gestiones en la DAIA, a pesar de ello me hicieron sentir como la oveja negra cuando critiqué su accionar”.
Incluso ahora fue en contra del comunicado emitido por Kirszenbaum en el que manifestó que el procesamiento a Rubén Beraja era una afrenta a toda la comunidad judía: “Ese mensaje fue una irresponsabilidad”, afirmó a la prensa.
Respecto al juicio por el atentado a la AMIA, Donzis asegura que la causa no estuvo bien llevada y que la bomba sigue fracturando a la comunidad judía local. Está convencido de que lo único que puede sacar adelante la imagen y las funciones de la DAIA “es un trabajo de equipo, alejado de los personalismos, una forma opuesta a los valores colectivos del pueblo judío”.

Natalio Fitchelson, el tercer candidato

Fitchelson es el candidato sorpresa para estas elecciones surgido del bloque religioso ortodoxo que, a último momento, presentó lista completa propia.
Sin embargo, al decir de su mentor, el rabino Samuel Levin, no aspiran a la presidencia sino a una vicepresidencia primera. Para este rol, la persona de Levin y su bloque es Osvaldo Armosa.
A pesar de que el bloque religioso ortodoxo suma unos 30 votos, saben que no pueden imponer sus candidatos, pero sí desequilibrar la balanza para el lado de Kaul o Donzis.
“No aspiramos a la presidencia de la DAIA -afirma el rabino Levín-, pero como no pudimos llegar a ningún acuerdo provechoso, decidimos armar lista propia”.
Desde esta posición quieren que la comunidad “no se pelee con el Gobierno, queremos actuar como la Torá indica que hay que actuar. En la Torá está todo escrito y sabemos que el Gobierno nos va a escuchar y a entender”.
Levín continúa explicando que “tenemos que buscar los canales de diálogo, la acción y el silencio debido para ver qué es lo que se puede hacer” dice cuando se le pregunta por la causa AMIA de la que afirma no estar seguro de poder llegar a la verdad en la resolución del atentado.
Tanto Donzis como Kaul necesitan los votos de la ortodoxia religiosa, incluso teniendo que sacrificar a alguno de sus hombres y a sabiendas de que en algo tendrán que ceder adentrándose en una encrucijada:
Kaul -proveniente del partido comunitario Avodá- necesita los votos de las instancias más conservadoras de la comunidad -que lo ven como un elemento peligroso por su exposición mediática- y las socio-deportivas. Asegura que va a democratizar la DAIA llevándola a ser la verdadera representación de los judíos de la Argentina a través de un sistema mixto que contemple la fórmula -largamente reclamada- de “un judío un voto”, más otro tipo de votación por instituciones para el próximo mandato.
Donzis -proveniente de las instituciones socio-deportivas- necesita el voto de los partidos sionistas y religiosos, que perciben a las socio-deportivas como una amenaza a su estilo de vida comunitaria. Descree de la fórmula ‘un judío un voto’. Para que la DAIA siga siendo representativa de las instituciones, dice que debe mantenerse el sistema de democracia indirecta. Y hace una salvedad: “los socios deben votar antes para definir el mandato de sus representantes”.
Ambos tienen que decidir si cruzan discursos para ganar votos, y si expresan lo que piensan con el consiguiente riesgo de provocar una fuga de electores.

El progresismo

Es sintomático que dos de las organizaciones que representan o nuclean a algunos de los sectores progresistas de la comunidad judía del país, no estén afiliadas a la DAIA.

Marcos Weinstein, presidente de Asociación de Familiares de Desaparecidos Judíos en Argentina, también conversó sobre la posición de su organización.
“No votamos porque no pertenecemos al grupo de instituciones asociadas”, afirma Weinstein, padre de Mauricio, él único israelí de origen argentino desaparecido durante la dictadura militar en el país.
“Además no desearíamos pertenecer a la DAIA, aunque nos hubieran facilitado el ingreso, porque todas las comisiones directivas nos trataron como a ‘kelpers’”.
“En 1983, recuerda Weinstein, fuimos con Renée Epelbaum (de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, ya fallecida y con 3 hijos desaparecidos) y algunos miembros del Movimiento Judío por los Derechos Humanos a entrevistarnos con la directiva de la DAIA a quienes sólo les pedimos que hicieran una autocrítica sobre lo actuado con las familias de los desaparecidos y las víctimas directas: no obtuvimos nada. Eso motivó que nunca más nos dirigiéramos a esa institución”.
“Luego, por algún grado de amistad entre el doctor Brodsky (quien tiene desaparecido a su hijo Fernando) y el entonces presidente José Hercman, éste se comprometió a crear una comisión de investigación y corrección de la historia, pero tampoco cumplió”.
“Cuando comenzó a crearse la Comisión Israelí por los Desaparecidos Judíos en Argentina, nos entrevistamos, en su casa particular, con el entonces presidente Rogelio Cichowolsky y el Comité Ejecutivo de la DAIA, porque nos pedían un acuerdo dadas las gestiones que habíamos comenzado en Israel. Incluso estuvieron con nosotros en la casa de las Abuelas y prometieron apoyar las acciones de ellas en la búsqueda de niños desaparecidos o apropiados ilegalmente (se estiman unos 24 de origen judío), y conseguir reactivos para el ADN, pero tampoco hicieron nada”, sentencia Weinstein.
“Por eso es que no les permitimos subir al palco en el acto en la AMIA, cuando se colocó el altorrelieve en homenaje a los desaparecidos, al que concurrió el presidente Kirchner y su esposa”.
“De todos modos, finaliza Weinstein, si estuviéramos en condiciones de votar, lo haríamos por Abraham Kaul, porque desde la presidencia de la AMIA, hizo lo que ninguna de las otras instituciones judías organizadas se atrevió hasta ese momento al reconocer el tema de los desaparecidos como una cuestión de la comunidad judía”.
“Kaul interpretó que los familiares no somos disolventes, subversivos, o disidentes, como -quizá- lo interpretan en su imaginario los miembros de la DAIA”.

Adriana Reisfeld, titular de Memoria Activa, aclara que su organización no está afiliada a la DAIA, pero que si lo estuviera “se abstendría de votar”.

¿Qué cree que debería pasar con la DAIA para esta nueva gestion? , consultó Nueva Sión.

Primero deberían hacer una autocrítica y de ahí en más se podría empezar a pensar en los cambios fundamentales que deberían implementarse.

¿Ven a Kaul o a Donzis como representantes de la comunidad?
No, a ninguno de los dos.

¿Cómo imaginan su relación con uno y otro?

No veo ninguna relación de ellos con la causa AMIA, así que no veo relación con Memoria Activa.

¿Que creen que sucederá, respecto a la causa AMIA, con la asunción de Kaul o Donzis?

Nada. Kaul tuvo su oportunidad histórica cuando presidía la AMIA, y no hizo ningún cambio ni se apartó de la querella unificada de AMIA, DAIA y el grupo de Familiares y Amigos de las Víctimas.
Donzis al menos fue transparente al salir en defensa del ex presidente de la DAIA Rubén Beraja; es más de lo mismo.