El respaldo de Damasco y Teherán a Hezbollah «en la forma de financiamiento, entrenamiento y abastecimiento de armas no sólo hace perpetuar esta crisis, sino que la prolonga. Cortar estas líneas de abastecimiento, como lo ordena la Resolución 1701, es un asunto que ya no puede ser ignorado», dijo Bolton durante un debate en el Consejo de Seguridad sobre la situación en el Medio Oriente.
«Estados Unidos pide a Irán y Siria que cumplan de inmediato con la Resolución 1701», aseveró el embajador.
La Resolución 1701, aprobada por el Consejo de Seguridad el 11 de agosto, estableció el cese de fuego entre Israel y Hezbollah. Amplió a la Fuerza Interina en El Líbano (UNIFIL) para ayudar al ejército libanés a recuperar el control del sur de ese país e impuso el embargo total a todas las armas que vayan a El Líbano, con excepción de aquellas que sean para uso del gobierno local.
Bolton advirtió que es «imposible y peligroso» intentar abordar las causas de los recientes combates sin tratar con los que abastecen de armas a Hezbollah.
«Si la comunidad internacional aplica una solución temporal al problema y permite que Hezbollah se reagrupe y se rearme, entonces puede ser que en un futuro cercano se intensifique el sufrimiento de los pueblos de El Líbano e Israel».
Bolton dijo que a Estados Unidos le preocupa la actitud de Siria e Irán en esta crisis, «estados cuyos líderes han pedido la destrucción de Israel».
Bolton declaró que la operación militar israelí, desde la aplicación del cese de fuego, fue dirigida contra un embarque de armas en el Valle del Bekaa, dirigido a Hezbollah procedente de Irán y Siria.
«Todos los estados deben cumplir con sus obligaciones para aplicar este embargo que, si no es estrictamente cumplido, aumentará de manera significativa el riesgo de mayores hostilidades. La responsabilidad de respetar el embargo de armas, y la atención del mundo, cae especialmente sobre Siria e Irán», dijo el embajador.