La agresión que Hezbollah ha llevado a cabo contra Israel dentro de su territorio, con asesinatos y secuestros de soldados israelíes y el lanzamiento de misiles en zonas habitadas por civiles, obliga al país a emprender una vasta acción militar con el fin de defenderse tanto de la organización como del gobierno libanés que da protección y apoyo a este grupo sanguinario que abraza la causa de la destrucción de Israel.
La acción militar, como tal, aparece ante nuestros ojos justificada desde un punto de vista ético y está de acuerdo con la ley internacional sobre la autodefensa contra la agresión de un Estado enemigo. Y a pesar de que esa acción ha golpeado, con todo nuestro pesar, a la población civil, su objetivo no era matar a civiles, contrariamente a lo que se propone Hezbollah, que con la protección del gobierno libanés ha lanzado miles de misiles sobre zonas civiles israelíes causando decenas de muertos, tanto judíos como árabes.
En este punto de la guerra apelamos al gobierno de Israel para que acuerde un cese del fuego bilateral. Esto porque, según parece, los objetivos razonables y posibles de la acción militar ya se han logrado y no hay justificación para causar ulteriores sufrimientos y derramamiento de sangre en ambos frentes por objetivos imposibles de obtener y que no valen tanto sufrimiento.
El Líbano no tiene el derecho de solicitarnos que respetemos su soberanía si se niega a asumir la plena responsabilidad frente a sus ciudadanos y en todo su territorio. La insistencia por parte de Israel de querer proteger de manera agresiva sus propios confines y ciudadanos ha quedado, según nuestra opinión, suficientemente clara para El Líbano, por lo que no hay motivo para agravar más nuestros sufrimientos ni los de ellos.
Por lo tanto, expresando el pleno apoyo a la acción militar de Israel, solicitamos un inmediato acuerdo para el cese del fuego.
