Testimonio:

Carta a mi hija, en medio de la guerra

“Querida Hija, hace años fui aprendiendo que el mundo es bastante geopolítico, o sea que hay grandes potencias, por su fuerza militar y económica, y hay en el otro polo países dependientes. En esa división a nosotros, en Israel, nos ha tocado por suerte, estar del lado de la potencia más fuerte. Pero igual somos dependientes, y la gran potencia, tiene intereses propios por encima de nosotros. Hoy, el conflicto es más duro, pues desapareció la bipolaridad...”

Por Shlomo Wodner (Desde Israel, Guivat Brener)

Qué significa: que no existe más la URSS, pero en su lugar se han desarrollado otras potencias nucleares, todas ellas enroladas en algún bloque o con ganas de formar su propio bloque. Con el objetivo de -el nuevo o futuro bloque- formar un bloque, apoyado en una riqueza de petróleo, que es finita, pero que aún es la fuente de energía más importante del desarrollo económico.
Allá, arriba de todo, en la cúspide, Irak, nosotros, El Líbano, Irán, son la zona histórica del petróleo, la civilización creada por el mundo capitalista monopólico, tiene opositores, que tienen la misma base económica o aun mas atrasada, feudal, con gobiernos teocráticos, es lo que -salvando la distancia- Marx llamaba «el capitalismo o socialismo feudal».
Históricamente, siempre hay procesos de reordenamiento. En eso estamos desde la caída del Muro de Berlín.
Lo nuestro es pasajero, doloroso, pues hay desgaste y heridas cuyas marcas no se borran. Pero hay un ingrediente histórico, el Holocausto. La locura y el desenfreno del mundo, estuvieron a punto de hacernos desaparecer. Hoy, a mi entender, y ya hace muchos años, desde 1948, nos quieren hacer desaparecer, del único lugar, donde somos «perros» al decir de Amoz Os y no «gatos». O sea, para mí, es otra onda de la gran espiral, por la supervivencia del pueblo judío, aunque parezca grandilocuente, ese es el gran cuestionamiento. Nuestros amos, no juegan sólo a nuestra basa, no nos usan solo a nosotros, también, a los libaneses, cuyo gobierno, o gran parte de el, es pro yanqui y pro Arabia Saudita, en esa gran sub division. Y tienen a Hezbollah metido, por los iraníes. Prueban y usan a su punta de lanza, al Hezbollah, en la zona y en el mundo, para debilitar el imperio y a los «aliados» sionistas, el enemigo más a la vista del «pobre pueblo árabe».
El Consejo de Seguridad, por imposición yanqui, nos da un poco más de tiempo pero hay una ley histórica inviolable, los cambios en el interior, no se consiguen con injertos desde afuera, por eso, dentro de poco, con todo lo que se sufre, habrá un debilitamiento del Hezbollah, por un periodo, y otra vez un periodo de calma. El capitalismo mundial, no se aguanta un barril de petróleo a 80 dólares y no se puede hacer negocios, con inestabilidad, en particular en el Medio Oriente.
Si fuera Africa, nos hubieran dejado morir a todos, a los árabes y a los judíos, sin importarles un carajo que nos matemos, y alguna ONG nos ayudaría con dispensarios médicos.
Para octubre, supongo, estaremos en la etapa del silencio y la curación de las heridas.
Bueno hijita, hoy me agarraste en un día de meditación, y no de bronca. El enemigo no es pequeño, está y estará latente bastante tiempo. El pueblo judío, no ha sido borrado por un enemigo más poderoso, que fue el nazismo. Esta es una prueba, que también vamos a superar.
Claro, siempre a cuenta de nuestra forma de vida, de nuestros hijos, de las dificultades de vivir aquí y de que las jóvenes generaciones, como lo demuestran los 500 mil israelíes en el exterior, no siempre tienen fuerza para aguantárselas y aún no tienen el problema de la identidad o de la doble identidad, sino la identidad de los intereses más inmediatos.

Te quiere, pa.

P.D.: Hija querida, vale la pena no darse por vencido, aunque sea amargo, pero así es VIVIR, lo otro es para las masas.