Con el sonido de la sirena comenzó el acto en recuerdo a las 85 víctimas de la AMIA. Lo siguió un minuto de silencio y un discurso del titular de la entidad agredida, Luis Grynwald, quien manifestó, entre otras cosas, lo siguiente:
“… Es difícil encontrar palabras que no se hayan dicho para condenar este crimen contra toda la sociedad argentina…”
“Qué nos queda por decir 12 años después del atentado antisemita más trágico ocurrido después de la Segunda Guerra Mundial focalizado en la institución judía más representativa del país?”
“… La impunidad igual que la corrupción, son los flagelos del mundo. La historia ha demostrado que cuando estado y justicia dejan impunes delitos de lesa humanidad como el atentado a la AMIA, afectan y violan los derechos y las vidas de sus ciudadanos, ese Estado y esa justicia destruyen el país, y no le permiten desarrollarse como un lugar digno de ser vivido”.
“El Estado Argentino tiene la obligación moral y jurídica de continuar haciendo todos los esfuerzos posibles para esclarecer totalmente el Atentado a la AMIA. Bienvenido el compromiso demostrado en los últimos tiempos para señalar y evitar la impunidad. Pero lamentablemente, hasta ahora esos esfuerzos no han dado, en este caso, con la verdad. Al mismo tiempo, nos afloran estos terribles interrogantes:
¿Estamos seguros de que contamos ahora con fuerzas de seguridad preparadas para prevenir otros atentados?
¿Están mejor resguardadas nuestras fronteras?
¿Hemos hecho todos los esfuerzos necesarios para asegurar que en la triple frontera no se sigan albergando células terroristas?”
“El ejercicio de la memoria significa no solo recordar lo sucedido, sino aprender y transmitir a las nuevas generaciones, para crecer con ese aprendizaje, enmendando aquello que merezca ser enmendado.
Y existen muchas situaciones que merecen ser enmendadas:
– ¿Hemos hecho todos los esfuerzos necesarios para clamar con una sola voz, con un solo grito encarnado, en forma unificada, para que este atentado se esclarezca?
– ¿Hemos sido humildes para reconocer que muchas veces los caminos elegidos por algunos dirigentes de la Comunidad Judía no han sido los más adecuados?
– ¿Hemos sido valientes para señalar y denunciar a aquellos que debiendo luchar denodadamente para buscar la verdad, no lo han hecho? Esta dirigencia de la AMIA no va a cruzar ninguna plaza!
– ¿Hemos sido amplios para deponer diferencias, y estar hoy, todos los que merecemos y exigimos Justicia, arriba de este palco?”
“… La sociedad argentina y los organismos públicos no han podido descubrir a los autores materiales e intelectuales, quiénes encubrieron y quiénes entorpecieron la investigación del caso. Es importante investigar, pero al mismo tiempo es importante, identificar y lograr la captura de los asesinos.
Existen sobradas pruebas que señalan inequívocamente la responsabilidad de Irán como ideólogo del atentado y a ex funcionarios de su gobierno y miembros del Hezbollah como ejecutores del ataque. Hay pedidos de captura internacional contra varios ciudadanos iraníes, que sin embargo INTERPOL decidió no darle prioridad y la trascendencia que deberían haber tenido. ¿Qué esperamos para romper relaciones diplomáticas con Irán y ponernos a la vanguardia de una acción ejemplificadora en el mundo libre y democrático?”
“… De todos los crímenes masivos producidos por el terrorismo internacional, los dos cometidos en nuestro país figuran entre los pocos que no han podido ser esclarecidos debidamente. Y uno de los motivos de mayor vergüenza de la sociedad argentina, es que desde el poder político de aquel entonces, se ha ayudado a encubrir a los culpables.”
“… El atentado a la AMIA fue un acto de terrorismo internacional y por eso reclamamos que se declare “crimen de lesa humanidad”, asegurando su imprescriptibilidad.
Si este atentado no se esclarece, la Argentina seguirá siendo vulnerable, y será posible seguir cometiendo atentados similares.
La investigación sigue estancada, y sigue pesando sobre todos los funcionarios involucrados la responsabilidad de esclarecer el atentado.”
“… A los señores jueces y fiscales, les decimos: el tiempo se acaba y la paciencia de la sociedad también. No queremos anuncios rutilantes, queremos información concreta. Queremos que se haga Justicia.”
“… Exigimos que la justicia no vuelva a defraudarnos. Queremos una investigación seria y profunda. Ajustada a derecho y a la legalidad y no una caza de brujas con la que se pretenda desviar la atención de la causa principal que sigue y seguirá siendo nuestra preocupación.
“… Por todo esto, y por la sumatoria de encubrimientos, ineficiencias, delitos incurridos y sometimiento al poder político, es que planteamos que en el Caso AMIA, la Justicia es Culpable hasta que se demuestre lo contrario.”
“Nos separan los pilotes, los que constituyen el testimonio más elocuente de que el peligro del terrorismo sigue rondando entre nosotros. Estos pilotes nos recuerdan permanentemente la falta de justicia y la impunidad reinante. Aspiramos a construir entre todos la unidad de la sociedad argentina dentro de la diversidad y defender el derecho de cada uno dentro del gran mosaico de identidades que es nuestro país. Los pilotes son la contracara de esto.”
“Estos pequeños muros no tienen nada que ver con la identidad judía y no nos representan. No estamos dispuestos a construir una comunidad cerrada… También debemos tener la entereza para eliminar los efectos secundarios de la conmoción por lo ocurrido, evitando las disidencias y enfrentamientos internos, procurando que todos los familiares y las instituciones, nos unamos en este reclamo de justicia, dejando de lado todas las diferencias.”
“La justicia no debe ser mendigada, la justicia debe ser exigida, no sólo por nosotros, sino por toda la sociedad argentina.”
“… En 12 años, nuestros hijos aprendieron a caminar.
Aprendieron a hablar
Aprendieron a jugar
Aprendieron a escribir
Aprendieron a leer
Aprendieron a razonar.
En 12 años, la Justicia, ¿qué aprendió?”
Familiares
Los Familiares hablaron desde la voz de Luis Czyzewski. Primero volvió a criticar el trabajo del Tribunal Oral Federal número 3 cuando afirmó que “la impunidad se consagró cuando los jueces del Tribunal Oral dictaron el fallo hace más de un año y medio”… “Todos sabemos que el Tribunal Oral sólo mencionó los nombres de Corach y Anzorregui, cuando debieron mencionar también los nombres de Franco, Antonietti, Ruckauf, y sobre todo el nombre de Menem… ese es el apellido que el Tribunal Oral no quiso nombrar y todos sabemos por qué… Todos ellos deben ser investigados a fondo”… “Tampoco debe haber impunidad dentro de la comunidad judía” dijo refiriéndose a Rubén Beraja.
Luego se refirió a la necesidad de una autocrítica. “Al cabo de estos 12 años hemos tenido aciertos pero también hemos cometido muchos errores. Muchas veces no fuimos claros ni consecuentes con nuestras denuncias. Muchas veces fuimos débiles en nuestras demandas a los gobernantes de turno y también fuimos ingenuos cuando creíamos en las promesas que, después, no se cumplían… Es hora de que todos dejemos de tener la soberbia del que piensa que es el dueño de la verdad y el único que hace las cosas bien. Sólo así, en el futuro, podremos trabajar todos juntos en el reclamo de justicia…”
Czyzewski, luego, hizo mención del terrorismo, y vinculó el atentado a la AMIA con lo que está sucediendo en el Medio Oriente actualmente.
“… Hoy estamos acá para repudiar al terrorismo asesino, ese que ataca con bombas… que quede claro, no matan en nombre de Dios, matan en nombre de un fundamentalismo asesino… No existe terrorismo bueno o malo. Todos son asesinos… En ese sentido debemos denunciar una vez más a Irán, cuyo gobierno no tuvo empacho en decir que hay que borrar a Israel del mapa… también el mundo tiene que saber quién es Hezbollah, una organización terrorista disfrazada de partido político…”
“… Hoy los argentinos sentimos mucha vergüenza porno poder explicarle al mundo por qué vivimos en un país con tanta impunidad. Pero no todo está perdido si nosotros, ustedes, todos juntos, exigimos saber la verdad y que se haga justicia…”
“… Las ruinas de la Embajada, las ruinas de la AMIA, los desaparecidos de los años ´70 y la degradación moral y ética que nos dejó el menemismo, deben servir para edificar una sociedad mejor y más justa. La memoria de muchos muertos que aún no descansan en paz es la que sostiene esa demanda. Debemos luchar todos juntos por justicia y memoria, para que de una vez por todas logremos tener el país que todos los argentinos merecemos… sólo así podremos decirle al terrorismo, a la impunidad y a la falta de justicia, algo que los argentinos tenemos grabado de nuestro pasado reciente y que nunca debemos olvidar: Nunca más.”
