Peronismo y comunidad judía, un nuevo capítulo

La próxima aparición del documental de Shlomo Slutzky, “Perón y los judíos”, vuelve sobre las relaciones entre los inicios de este movimiento y su vínculo con la comunidad, con una gran cantidad de testimonios e imágenes de archivo.
Por Julián Blejmar* (@JBlejmar)

Durante el gobierno de Cristina Kirchner se reeditaron un gran número de los antagonismos que experimentó la sociedad argentina durante los primeros gobiernos peronistas. Como entonces, la idea de redistribuir una renta agraria con precios internacionales excepcionalmente altos significó un choque con el campo, la ley de matrimonio igualitario llevó al gobierno y sus seguidores a reeditar, en otra escala, los roces con la Iglesia, y el cuestionamiento público y presiones a la prensa, junto a la sanción de una ley democrática de medios por parte del gobierno provocó, en palabras de un editor de Clarín, un “periodismo de guerra” contra Cristina Kirchner, similar al que inicialmente sufrió el gobierno de Juan Perón. Pero por sobre todo, la fuerte disputa al interior de la sociedad, en la que amigos y familiares dejaron de dirigirse la palabra, llevó a gran parte de la sociedad a considerar que se estaba reeditando una historia de la que solo existían registros documentales o anécdotas familiares.
Esta mirada retrospectiva motivó en muchos la curiosidad por saber cómo habían sido las relaciones del peronismo con la comunidad judía, bajo el persistente mito de las simpatías de Perón con el nazismo. La cuestión fue saldada en 2015 por el vicepresidente de la Universidad de Tel Aviv y doctor en Historia por dicha casa de estudios, Raanan Rein, con su libro Los muchachos judíos peronistas (Ed. Sudamerciana), quien luego de dos décadas investigando este movimiento, sobre el que había escrito más de 50 trabajos académicos y cerca de una quincena de libros, se dedicó a estudiar documentación y recabar múltiples testimonios para ofrecer un claro panorama de la época.
Quiso la casualidad, la investigación de Rein se había iniciado años antes, que ese 2015 fuera también el año en el que la división llegó a expresarse claramente al interior de esta comunidad. La muerte del fiscal Alberto Nisman, a comienzos de ese año, volcó a la DAIA a un paulatino pero persistente acercamiento a los partidos de centroderecha y opositores al gobierno, teniendo un rol político clave una vez que su alianza llegó al poder, pues esta entidad impulsó la denuncia por “Traición a la Patria” contra Cristina Kirchner y altos dirigentes de su gobierno, que le valió pena de prisión, entre otros, al fallecido excanciller Héctor Timerman.
Paralelamente, surgió el “Llamamiento Judío Argentino”, cuyo apoyo a Cristina Kirchner y gran parte de los funcionarios de su gobierno, llevaron a algunos a trazar similitudes con la Organización Israelita Argentina, la “sección judía” del primer peronismo, pero el «Llamamiento» fue más inorgánico y abierto a otras expresiones del progresismo judío, como el ICUF, que entre 1953 y 1955, últimos años del inicial peronismo, mantuvo un fuerte enfrentamiento con este gobierno.
Este fue el contexto en el que Shlomo Slutzky, miembro de esta redacción y con una trayectoria de más dos décadas como documentalista, volcó su trabajo a investigar estos vínculos iniciales, en su caso bajo la motivación personal de entender el rechazo que su padre sentía hacia la figura de Perón, debido al cierre del teatro IFT o el ingreso de nazis a nuestro país. En un recorrido que propone un diálogo entre posiciones, generaciones y escuelas cruzadas, Slutzky apela también a una gran cantidad de archivos fílmicos y fotográficos sobre las relaciones entre la comunidad judía, Israel y el primer peronismo, así como también diversos testimonios, entre los que se resalta el encuentro que propició el mismo Slutzky, en el museo Evita, entre Raanan Rein y Abrasha Rotenberg, socio de Jacobo Timerman en diversos proyectos editoriales. El intercambio, merece un lugar destacado en las actuales discusiones, no solo por la rigurosidad investigadora de Rein y la experiencia testimonial de Rotenberg, sino fundamentalmente por la posibilidad de argumentación y escucha mutua, elementos que estuvieron ausentes en gran parte del debate de los últimos años en el país, y que ahora, cuando la pandemia deja de ser un motivo de unión, amenaza con repetirse.

* Lic. en Comunicación (UBA). Mg. en Economía (Flacso).