Las fuerzas de seguridad israelíes habían lanzado la operación de búsqueda de un atacante suicida luego de recibir informaciones específicas de que un terrorista habría ingresado a Israel.
El presunto suicida viajaba en una furgoneta, cuyos diez ocupantes fueron retenidos al costado de la autopista por fuerzas de seguridad israelíes.
Además de la Policía, los servicios de seguridad interior (Shin Bet) y un comando anti bombas fueron desplazados al lugar de los hechos donde sobrevolaba un helicóptero israelí.
Inicialmente se interrumpió el tránsito en ambos sentidos, pero posteriormente se reanudó con dirección a Jerusalem.