Causa AMIA, seguimos mal:

Ahora querellan y despiden a Alejandro Rúa

"Hubo un cambio de impulso con la gestión del actual ministro de Justicia (Alberto Iribarne). No un cambio de rumbo, sino una disminución en el avance del proceso que realizábamos", dijo en una entrevista publicada en el diario ‘La Nación’ el ex titular de la Unidad Especial de Investigación del Atentado a la AMIA (UEI), Alejandro Rúa. Esta frase le valió al ex funcionario del Ministerio de Justicia un intento de escarmiento que lo supera: el ministro Iribarne le inició una querella por calumnias e injurias y el máximo posible de pena (3 años de prisión) tomándolo, a su vez, como el paradigma de lo que le puede suceder a un funcionario si aparece como disidente con el establishment y, además, lo hace público por la prensa.

Por Guillermo Lipis

Paradójicamente, quien se avino a aplicar este escarmiento es la máxima autoridad del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, quien lo reprimió a escasos días de que el Estado deba presentarse en ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA -en Washington-, en el proceso de solución amistosa iniciado con los familiares de las víctimas el atentado a la AMIA a través de Memoria Activa.
No satisfecho con el inicio de la querella, trascendió -en fuentes mismas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación- que Iribarne, al día siguiente de haber comunicado la misma, despidió a Alejandro Rúa del Estado por lo que, también, puso en peligro su fuente de trabajo dado que si bien estaba desempeñándose en la Dirección Nacional de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, bajo la tutela de Nilda Garré -su antecesora en la UEI AMIA-, el cargo lo ejercía estando ‘en comisión’ proveniente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Seguramente producto de las negociaciones en las que están trabajando entre Justicia y Defensa, así como los abogados de Iribarne y Rúa, todos declinaron hacer declaraciones sobre lo sucedido. Sin embargo, puede inferirse a través de las declaraciones de funcionarios del CELS y de familiares de Memoria Activa que esto no es lo mejor que puede suceder para esclarecer el atentado a la AMIA.
Cabe recordar que uno de los motivos de renuncia de Rúa a la UIE está vinculado a la imposibilidad de constituirse como querellante dado que desde el mismo ministerio de Justicia le negaban esa posibilidad.

¿Por qué se va? consultó a Rúa, Nueva Sión en diciembre de 2005.

– Porque me dieron un lugar del que no pueden sacarme pero tampoco me dan bola, dijo Rúa en ese entonces, convencido de que ya no tenía sentido seguir investigando el encubrimiento desde una posición técnica y políticamente desventajosa.

La opinión de Rúa, emitida al periodista del diario ‘La Nación’, no hizo más que explicitar aún más el diálogo sostenido previamente con Nueva Sión.
Lo cierto es que la crisis comenzó a desencadenarse cuando había que abocarse al presunto encubrimiento político y judicial. Rúa pidió, entonces, que la UEI fuera querellante en la causa que llevaba Bonadío contra Galeano y en otras semejantes. Horacio Rosatti, anterior ministro de Justicia, había aceptado el pedido de Rúa pero renunció a su cargo antes de que el Presidente Kirchner firmara el decreto y, curiosamente, Iribarne refrendó la propuesta sólo cuando Rúa se marchaba de su cargo a su nuevo trabajo en Defensa, y la capacidad querellante quedaría en manos del actual titular interino de la Unidad AMIA, Alejandro Slokar, secretario de Política Criminal del Ministerio de Justicia.

Las oposiciones

Lo cierto es que tanto Memoria Activa como el CELS se expidieron desfavorablemente hacia el accionar contra Alejandro Rúa.
Adriana Reisfeld, mostró el disgusto de los familiares agrupados en Memoria Activa destacando, por sobre todas las cosas, el impulso que Rúa le había dado a las investigaciones por las obstrucciones en la causa AMIA. «Rúa en todo momento investigó y apoyó a los familiares» ratificó Reisfeld horas antes que una delegación de Memoria Activa, compuesta por Diana Malamud y el abogado Pablo Jacoby viajaran a los Estados Unidos a la reunión en la OEA.
Andrea Pochak por su parte, declaró a ‘La Nación’ que Iribarne «debería retirar la querella contra Rúa» quien, según pudo saber Nueva Sión, recibió llamados de solidaridad y apoyo de algunos altos dirigentes de la comunidad judía de la Argentina y ex dirigentes de la misma quienes se mostraron preocupados por la situación.

Bambalinas públicas y privadas

Mientras esto sucede públicamente en la causa a escasos días que la gestión del Estado, por la causa AMIA, sea evaluada en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA en Washington, entre bambalinas continuan sucediendo cosas que por acción u omisión pintan un panorama futuro digno de ser seguido con atención.

1- No puede confirmarse que se hallan extraído las muestras de sangre de los hermanos Berro en los Estados Unidos que ratificarían las afirmaciones del Fiscal Alberto Nisman acerca del supuesto conductor de la supuesta Trafic que afirman, también, explotara en la sede dela AMIA.

2- En el Boletín Oficial del 6 de marzo de 2006, y con las firmas del Presidente Kirchner, Alberto Fernández (Jefe de Gabinete) y Alberto Iribarne (Ministro de Justicia y Derechos Humanos), con el número de Decreto 229/2006 se establece que la Unidad Especial de Investigación (de la causa AMIA) “tendrá a su cargo el impulso del trámite de aquellas actuaciones en las que se deban pesquisarse las irregularidades cometidas en la investigación del atentado del 18 de julio de 1994 contra la sede de la AMIA…”.

La reunión en Washington se llevará a cabo el próximo miércoles 8 de marzo y previamente, una vez más, el poder político hizo uso de su galera para intentar demostrar que, en los papeles al menos, todo continúa bien más allá de la querella y despido de Alejandro Rúa, y las críticas de Memoria Activa y el CELS por el detenimiento que ellos observan en el cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado.