Antisemitismo; y del peor:

La Carta de Hamas

Se ha hablado mucho de el llamamiento de la Carta fundacional de Hamas a la destrucción de Israel y, en opinión de algunos, la necesidad de que Hamas renuncie a dicho objetivo como condición suficiente para que se le otorgue legitimidad internacional, ayuda económica y reconocimiento diplomático. Sin embargo, un examen de la Carta (disponible en la pagina web: www.palestinecenter.org/cpap/documents/charter.html) revela que Hamas, también conocido como Movimiento de Resistencia Islámica, no tiene como único propósito -por equivocado o mortífero que sea- la destrucción de Israel, sino que se rige por una actitud nazi y genocida respecto a los judíos en general.

Por Alberto Mazor (Desde Israel)

Artículo 28

No sería extraño que un autodenominado movimiento palestino de liberación hablara de Israel en términos poco elogiosos, e incluso -si le concedemos licencia para exagerar un poco- cargados de veneno. Pero la Carta de Hamas utiliza un tono verdaderamente nazi para enfrentar a los judíos, israelíes y sionistas -los cuales aparecen de forma bastante intercambiable en el documento- no solo con los palestinos, sino con el Islam, que, para Hamas, es sinónimo de todo lo bueno.
«Israel, al ser judío y tener una población judía, desafía al Islam y a los musulmanes» (artículo 28).
Esta afirmación, pese a ser asombrosa, no es sorprendente, dado que Hamas, considera a los judíos e Israel como un mal cósmico.
Con un estilo sacado casi directamente de los manuales nazis, Hamas asegura que el sionismo «no duda en emprender ninguna vía ni utilizar cualquier medio despreciable y repulsivo para hacer realidad sus deseos».
¿Y cuáles son esos deseos? «Acabar con las sociedades, destruir los valores, disolver la responsabilidad, hacer vacilar las virtudes y eliminar el Islam. Apoya la distribución de drogas y sustancias tóxicas de todo tipo con el fin de facilitar su dominio y su expansión» (artículo 28).

Artículo 22

Hamas cree que los judíos tienen unos deseos increíblemente malignos, y que -a diferencia de otros- además son enormemente poderosos y capaces de obtenerlos. En un delirante fragmento antisemita que recuerda a los ideólogos nazis más extremistas, la Carta afirma que los judíos han acumulado una riqueza que les ha permitido «hacerse con el control de los medios de comunicación mundiales, tales como agencias de noticias, prensa, editoriales, emisoras de radio y otros semejantes. Asimismo han utilizado esta riqueza para fomentar revoluciones en varias partes del mundo, para beneficiar sus intereses y recoger los frutos. Apoyaron las revoluciones francesa y comunista, y han apoyado la mayoría de las revoluciones de las que oímos hablar» (artículo 22).

Luego, la Carta de Hamas describe el poder y la maldad de los judíos en términos más siniestros: (los judíos) «usaron el dinero para hacerse con el control de los Estados imperialistas y los obligaron a colonizar muchos países con el fin de explotar sus riquezas y extender en ellos su corrupción. En cuanto a las guerras locales y mundiales, es una realidad -y nadie lo niega- que estuvieron detrás de la Primera Guerra Mundial para acabar con el califato islámico. Recogieron los beneficios materiales y se adueñaron de muchas fuentes de riqueza. Lograron la Declaración Balfour y crearon la Liga de las Naciones para gobernar el mundo a través de ella. También estuvieron detrás de la Segunda Guerra Mundial, que les permitió recolectar inmensos beneficios(!) del comercio de materiales de guerra y prepararse para la creación de su Estado. Inspiraron el establecimiento de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad para sustituir a la Liga de las Naciones como forma de gobernar el mundo». Por si esta observación antisemita no fuera suficiente, Hamas declara, según el método típicamente nazi de atribuir cualquier mal a los judíos, que «no hubo ninguna guerra que estallara en cualquier sitio en la que no estuvieran presentes sus huellas» (artículo 22).

Artículo 32

¿Cuánto poder bastará para satisfacer a los judíos?
Según Hamas, «los planes sionistas no tienen fin y, después de Palestina, desearán la expansión desde el Nilo hasta el Eúfrates. Después de asimilar la zona en la que hayan plantado las manos pensarán en seguir expandiéndose, y así sucesivamente. Su plan puede verse en los Protocolos de los Sabios de Sión» (artículo 32).

Artículo 13

Ante un enemigo tan diabólico, Hamas está empeñado en hacer que el mundo islámico actúe de la única manera apropiada para este peligro. La negociación, el compromiso, llegar a una convivencia con Israel y los judíos, es impensable, la propia existencia de los judíos en Israel se considera una afrenta contra el Islam.
Lo concebible es la Yihad, la destrucción. Tras proclamar que cada centímetro de Palestina, incluido todo Israel, es palestino e islámico, la Carta de Hamas, como corresponde a su imagen diabólica de los judíos, declara que «las iniciativas, las llamadas soluciones pacíficas y las conferencias internacionales para resolver el problema palestino son contrarios a las creencias del Movimiento de Resistencia Islámica». ¿Por qué? Porque «renunciar a cualquier parte de Palestina significa renunciar a parte de la religión; el nacionalismo del Movimiento de Resistencia Islámica forma parte de su fe; el movimiento enseña a sus miembros a adherirse a sus principios e izar la bandera de Alá sobre su patria mientras libran su Yihad» (artículo 13).

Artículo 7

Así, pues, ¿qué pueden hacer Hamas y todos los musulmanes? Pese a la afirmación meramente formal de Hamas, de que su espíritu «humanitario» le permitirá tolerar a los judíos y cristianos solo con la condición, imposible de cumplir, de que vivan bajo el dominio islámico fundamentalista (artículo 31), la lógica genocida del documento fundacional contra los judíos es explícita: «El momento no llegará hasta que los musulmanes luchen contra los judíos y los maten; hasta que los judíos se oculten tras rocas y árboles, que gritarán: ¡Musulmán! ¡Aquí hay un judío que se esconde detrás de mí, ven y mátalo! (artículo 7).

Artículo 8

¿Es posible desviarse de este camino genocida? No; según el artículo de la Carta inmediatamente posterior al llamamiento al genocidio, titulado El lema del Movimiento de Resistencia Islámica, el camino genocida está consagrado por Diós: «Alá es su objetivo; el Profeta, su modelo; el Corán, su Constitución; el Yihad, su camino, y la muerte por causa de Alá, su creencia más sublime» (artículo 8).

Palabras serias

Como puede verse por el gran número de citas textuales, esta no es ninguna lectura selectiva de la Carta constitutiva de Hamas. Sus trastornadas descripciones de los judíos (diabólicas y casi nazis) y sus sueños de aniquilación forman, junto a la insistencia de devoción servil de los musulmanes a la interpretación fundamentalista que hace Hamas del Islam, el núcleo de este documento inflexible, canónico y de aparente inspiración divina.
No se debe restar importancia a la Carta de Hamas y pensar que son solo palabras que no significan nada. Hasta el momento Hamas defiende de forma categórica cada palabra de su Carta genocida.
Pocas veces en el mundo moderno se ha visto un partido político que contenga, en su Constitución, ese odio enloquecido y esa voluntad descaradamente asesina respecto a otro pueblo. Y aún menos frecuente es que un partido así se haga del poder.