El consejo principal de los colonos hizo un llamado a sus seguidores para que emigren en masa a Gaza el 18 de julio, un mes antes del comienzo de la retirada. «Decenas de millares se dirigirán a Gush Katif (el principal bloque de asentamientos de Gaza) para cancelar el programa de evacuación, al tiempo que evitan la violencia y la alteración de la vida de los ciudadanos del país», dijo el consejo.
Shaul Goldstein, líder de los colonos, admitió que la retirada continuará tal como está prevista. «Si usted me pide que le diga lista cuáles son las posibilidades de impedir este plan, le digo que son muy, muy escasas».
Funcionarios de seguridad habían calculado inicialmente que unos 30.000 soldados participarían en la operación. Pero un funcionario afirmó que el número de soldados debió incrementarse debido a que la duración del repliegue se redujo de 12 a 4 semanas, y la policía requiere mayor número de refuerzos.
El vocero policial Avi Zelba dijo que además de los 4.000 policías, un número no determinado de fuerzas adicionales será asignado para enfrentar a los manifestantes que realicen actos de desobediencia civil.
Previendo los conflictos en puerta que se avecinan, Sharón agregó que «Israel no aceptará que se bloqueen carreteras, que se tire aceite y clavos o tachas en el pavimento ni que se golpee a la policía y a los soldados».
El procurador general Men Mazuz dijo que un millar de manifestantes habían sido arrestados durante las protestas callejeras. «No eran sólo gente que agitaba banderitas, sino que tenían gases lacrimógenos y proyectaba lanzarlos», agregó.
«El repliegue continuará», dijo Sharón. «Y nadie podrá impedirlo» sentenció con dureza.