El principal favorito es el conservador Hashemi Rafsanjani, quien celebró su último acto de campaña en Teherán con una direccionada a pequeños grupos de poder.
Rafsanjani -quien ya fue Presidente entre 1989 y 1997- no realizó ningún acto fuera de Teherán, y volvió a pedir a todos los iraníes que acudan a las urnas, convencido de que el pragmatismo puede hacer inclinar los votos en su favor, pues se presenta como un político con ideas de centro y moderadas.
El máximo dirigente del Organismo de Energía Atómica de Irán, Gholamreza Aghazadeh, afirmó hace dos días que Rafsanjani es el único candidato capaz de resolver el problema nuclear iraní.
Además, 163 ex parlamentarios reformistas, los clérigos zoroástricos, 1.700 científicos e investigadores del país e importantes deportistas respaldan públicamente la campaña de Rafsanjani.