Elisa ‘Lilita’ Carrió:

Kirchner “está ligado a una vuelta a las relaciones carnales”

La líder del partido Afirmación para una República Igualitaria (ARI), Elisa Carrió, acusó al gobierno de Néstor Kirchner de promover políticas que benefician los afanes intervensionistas de Estados Unidos en Latinoamérica. En declaraciones reproducidas en diversos medios periodísticos, la dirigente opositora cuestionó en particular las posiciones asumidas por la actual administración del Presidente Kirchner en la OEA y en su relación bilateral con Brasil. Carrió calificó de ambigua la postura de Buenos Aires en la reciente asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde Washington fracasó en su intento de crear un mecanismo para monitorear la democracia en la región.

“Me parece que la ambigüedad en este caso del canciller (Rafael) Bielsa juega en el mediano plazo a favor de la intervención de los Estados Unidos y no me parece la política correcta”, sentenció la titular de ARI.
Esa iniciativa injerencista encontró un fuerte rechazo en naciones como Brasil y Venezuela.
Advirtió que “en cuanto a la OEA no hay que estar mirando solamente lo que Estados Unidos quiere o no hacer con Venezuela, sino que en el mediano plazo esto es peligroso para cualquier país de América Latina”.
La también candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires en las legislativas de octubre venidero reprochó el papel que juega Argentina dentro de la Comunidad Sudamericana de Naciones.
A su juicio, el Ejecutivo impulsa enfrentamientos con Brasil, su principal socio en el MERCOSUR, por problemas de competencia y de resentimiento político.
“Toda política de resentimiento (hacia Brasil) implica una ruptura en la Unión Sudamericana”, subrayó.
“Brasil tiene un liderazgo ganado con competitividad económica y nosotros tenemos que producir una integración con beneficios propios, pero sin meter una brecha permanente en el continente, porque generamos una política claramente pro-americana”, indicó.
Carrió fue, incluso, pisó el acelerador a fondo en sus críticas al afirmar que la política exterior de Kirchner “está ligada a una vuelta casi a las relaciones carnales” con la Casa Blanca de la década del ´90 haciendo clara referencia al menemismo que apoyó todas las iniciativas norteamericanas.