Uri Zakai, Presidente de la juventud de Yachad:

“La izquierda debe aprovechar las debilidades del Likud para volver al poder”

La inclinación de la Izquierda a la depresión y la debilidad es un mito cultural muy conocido. Pero hoy día este mito está siendo reforzado por los propios activistas de izquierda. Israel es conducido hacia un periodo aciago que, es cierto, va a ser acompañado por ruidos políticos, pero la Izquierda aparenta estar desdeñándolo, como si los brazos de todos -extendidos sobre el partido Likud- estuvieran mamando la vida directamente de él. “la Izquierda -afirma convencido Zakai en este artículo- debe volver a su fortaleza real: el activismo social”. El siguiente artículo es una traducción del periódico israelí ‘Yedioth Ahronot’ que vale la pena reproducir:

En realidad, los votantes de partidos izquierdistas hace mucho tiempo que están dando vuelta con el sentimiento de que el reino del Likud es irreversible. Sin embargo, el periodo de post-desconexión marca una oportunidad sin precedentes de progresar en una verdadera alternativa izquierdista.
El Likud está padeciendo actualmente los mismos síntomas que llevaron a la caída del partido Laborista en 1977: es un partido corrupto que sirve a los intereses de unos camaradas; ha perdido el contacto con sus partidarios; ha perdido su fervor revolucionario.
Esta es la oportunidad de la Izquierda de ofrecer una fresca percepción a la sociedad israelí, pero para hacerlo debe mirar hacia atrás, y revisar cómo el Likud capturó los corazones y mentes durante la era del ex Primer Ministro Menajem Begin.
En primer lugar, la Izquierda debe absorber el liderazgo joven y auténtico, como la victoria del Likud en 1977 -que estuvo basada en una revolución interna que Begin inició- que incluía el avance de jóvenes líderes como David Levy, Moshe Katsav y Meir Sheetrit.

Las chispas están volando

En segundo lugar, la Izquierda debe creer una vez más en sí misma, y recobrar el fervor revolucionario que ha perdido hace muchos años.
Es importante probar el hecho que un Estado palestino, a lo largo de las fronteras de 1967, es la verdadera y patriótica solución sionista, sobre todo cuando uno considera el colapso de la percepción histórica del Derecho.
Al mismo tiempo, la Izquierda debe volver a su fortaleza real: el activismo social.
En medio del bloque capitalista unificado, liderado por el Ministro de Finanzas Benjamín Netanyahu y Ministro de Defensa Shaul Mofaz, la Izquierda debe demandar del público general que recupere lo que le ha sido tomado por la élite económica, que amenaza crear brechas sociales tipo tercermundista y formular políticas fiscales crueles similares a las llevadas a cabo en América.
La Izquierda no debe abandonar su identidad judía y permitir el derecho a afirmar el espíritu judío como propio; éste pertenece a todos nosotros.
La Izquierda está parada ante una encrucijada histórica.
Hoy, más que nunca, puede renovar la conexión que ha perdido con diferentes sectores de la sociedad -secular y religioso, Ashkenazi y Sefardí, ruso y árabe-.
La Izquierda es capaz de ofrecer a estos sectores una garantía que podría responder a sus necesidades específicas y a aquellas del público en general.
El cambio está acercándose.
Las chispas ya están volando.
La demanda está allí, ahora nosotros estamos en la necesidad de liderar lo que podría responder al llamado.
Este es el tiempo para la Izquierda de caminar. Este es nuestro tiempo.