“Circular 11” -prohibía el otorgamiento de visas a refugiados judíos-:

Pedido de derogación del secreto

Un pedido del escritor argentino Uki Goñi para que se derogue una circular secreta de la Cancillería que prohibió el otorgamiento de visas a refugiados judíos de la persecución nazi ha recibido la adhesión de antiguas víctimas de la circular así como figuras de la cultura argentina. Entre las adhesiones recibidas figuran las de los autores Marcos Aguinis, José Ignacio García Hamilton, Sylvina Walger y Carlos Escudé, y la de periodistas tales como Joaquín Morales Solá, James Neilson, Nelson Castro, Daniel Muchnik, Isidoro Gilbert y Andrew Graham-Yooll. El pedido también recibió la adhesión de instituciones judías y de personas que sufrieron la prohibición de entrar al Argentina en aquellos años.

«Somos sobrevivientes e hijos de sobrevivientes de la Shoá. Llegamos a la Argentina después del horror, milagrosamente vivos. Todos, absolutamente todos, tuvimos que entrar mintiendo sobre nuestra identidad
judía,» emitió en un comunicado la agrupación Generaciones de la Shoá.
«La Circular 11 debe hacerse pública y se debe proceder a su inmediata derogación».
Egon Strauss, un sobreviviente de la persecución nazi durante la Segunda Guerra, resaltó «las desventuras que tuvo que sufrir mi familia por esta nefasta circular».
En una carta dirigida al Canciller argentino, Rafael Bielsa, el periodista Uki Goñi -hijo y nieto de diplomáticos- dice que la «Circular 11» fue dictada secretamente por el Canciller José María Cantilo en el año 1938, y que su propio abuelo, Santos Goñi, cónsul argentino en el exterior durante la Segunda Guerra Mundial, la aplicó denegando visas a quienes «huían del Holocausto, condenando a muchos a una segura muerte en esos años terribles».
«Qué circular ignominiosa, y absolutamente contraria al espíritu de nuestra Constitución alberdiana,» escribió el historiador José Ignacio García Hamilton en su adhesión.
El periodista Nelson Castro resaltó la «coherencia y valentía» del pedido de Goñi, mientras que Marcos Aguinis opinó que el pedido es «un ejemplo de integridad moral».
«Si tú haces el ‘mea culpa’ por tu abuelo, el canciller debería poder hacerlo en representación del Estado culpable al que representa,» dijo el académico Carlos Escudé.
La existencia de la «Circular 11» fue revelada por Goñi en su libro «La auténtica Odessa» e instituciones como el Centro Simon Wiesenthal y la Fundación Wallenberg solicitaron, también, al Canciller la apertura y derogación de la misma.
Diana Wang, Presidenta de ’Generaciones de la Shoá’ en Argentina, recordó en su adhesión que «absolutamente todos hemos entrado a la Argentina mintiendo sobre nuestro origen,» y cómo ella misma tuvo que ser anotada como católica en Migraciones cuando llegó al país, «dado que mis padres sabían que era condición ‘sine qua non’».
Aida J. de Ender, miembro de la misma asociación, reflejó cómo la «Circular 11» impactó en su llegada al país: «mis padres, sobrevivientes de la Shoá y teniendo visa para entrar a Brasil desde Francia, no pudieron ingresar a la Argentina. Desde Paso de los Libres, al serles denegada la entrada, me enviaron sola, a los 4 años de edad, en un tren, a cargo del guarda hacia Buenos Aires donde me esperaba un familiar. Ellos entraron en forma ilegal, varios meses despues».
«El Estado debe pedirnos disculpas, a todos, a judíos y no judíos por esa infamia,» dijo el periodista Isidoro Gilbert.

La carta al Canciller

Uki Goñi, en su carta al Canciller Bielsa, expresa lo siguiente:

Estimado Canciller:

En aplicación de la inhumana «Circular 11» emanada de Cancillería en 1938, mi abuelo Santos Goñi, cónsul argentino en el exterior durante la Segunda Guerra, denegó visados a judíos que huían del Holocausto, condenando a muchos a una segura muerte en esos años terribles.
Por esa razón, tuvo usted la amabilidad de recibirme en su despacho el 2 de septiembre del 2003, para escuchar mi petición de que esa orden sea tardíamente derogada y dada a la luz.
Le informé además que un original de la misma subsistía en el archivo de la Embajada Argentina en Estocolmo, firmada por el entonces Canciller José María Cantilo, el 12 de julio del 1938. Usted halló el documento donde yo le indiqué, y en una reunión posterior, se me exhibió el hallazgo. Sin embargo, la orden no ha sido aún derogada.
La eminencia del 60 aniversario del fin de la Segunda Guerra, este 8 de mayo, me mueve a renovar el pedido de derogación como mínimo gesto de reparación por todas las muertes resultantes de la aplicación de la «Circular 11» por mi abuelo y tantos otros funcionarios de aquella Cancillería.

Atentamente,

Uki Goñi

Esta nota fue entregada el 21 de abril al Embajador y Representante Especial de Derechos Humanos, Horacio Méndez Carreras, en Cancillería.
Aún sigue sin respuesta.