Argentina y su deuda:

Aceptación del 76,07%

El presidente argentino Néstor Kirchner y su ministro de Economía, Roberto Lavagna, anunciaron que la reestructuración de la deuda pública en "default" (cesación de pagos) tuvo la aceptación del 76,07% de los acreedores, quines aceptaron recibir en canje los nuevos bonos ofrecidos. Kirchner aprovechó la ocasión para “pegar” a los críticos conservadores y a gurúes de la economía y la city porteña que criticaron la estrategia adoptada por el Gobierno.

Lavagna informó que los bonos canjeados fueron de 62.000 millones de dólares y que la deuda total argentina, que a fines de 2004 era de 191.000 millones de dólares, fue reducida a 125.000 millones de la misma moneda.
La Argentina, recordemos, entró en cesación de pagos a fines de 2001, pero siguió cumpliendo sus obligaciones con los organismos financieros internacionales.
Lavagna añadió que en diciembre de 2001, cuando entró en «default», la Argentina pagaba anualmente intereses por valor de 10.000 millones de dólares. «Ese monto se reducirá ahora a 3.000 millones», dijo.
«Hay que dejar de lado a los lobistas. Los mercados han hablado con mucha claridad aceptando las propuestas del canje argentino», añadió.
Kirchner, por su parte, enfatizó en que «los números muestran que nuestra deuda en cesación de pagos ha quedado finalmente reestructurada», mediante un proceso de calificó de «único y excepcional», respaldado por «una racional sustentabilidad interna».
Kirchner agradeció expresamente al ex presidente Raúl Alfonsín, invitado a la ceremonia, y destacó el «invalorable apoyo político» que le prestó al gobierno en varias ocasiones para la aprobación de leyes en el Congreso.
«Este fin de la cesación de pagos nos demuestra lo que podemos hacer los argentinos con seriedad y responsabilidad. No es que hayan desaparecido los problemas. Pero por haber llegado a este hito, a este punto de inflexión, demuestra que podemos llegar al objetivo que nos planteamos siguiendo nuestros propios planes y defendiendo solamente nuestros intereses», afirmó el Presidente.
Entre los temas pendientes, Kirchner mencionó «las negociaciones muy arduas que nos aguardan» con el FMI.
Por su parte, el director ejecutivo para Italia del FMI, Pier Carlo Padoan, sostuvo que Argentina debe tratar en buena fe con aquellos que no adhirieron a la propuesta de canje de bonos.
Unos 325.000 -es decir, un 72,2%- de los 450.000 italianos que adquirieron tales bonos no se adhirieron al ofrecimiento del gobierno argentino y sólo 125.000 -es decir, un 27,8%- de los poseedores los títulos aceptaron la propuesta.
«Una buena parte de los acreedores no argentinos no se adhirió al ofrecimiento. Argentina debe ahora indicar cómo entiende tratar de buena fe con una parte tan consistente de acreedores», dijo Padoan en unas declaraciones hechas al periódico italiano ‘Il Messaggero’.
A juicio de Padoan, el alto porcentaje de adhesión global del 76,07% no bastará para que el FMI acepte la salida del default.
A pesar de que el Gobierno levanta banderas victoriosas, queda pendiente definir, aún, si esta negociación será considerada un éxito o un fracaso en los mercados internacionales.
A pesar de que la deuda fue renegociada sin haber revisado la validez de la misma, lo que sí es inexcusable, es que estamos ante la mayor quita de capital de la historia económica.