Una fuente de las fuerzas de seguridad israelíes informó que esta es la primera acción de su tipo en los últimos siete meses en esta parte de la Ciudad Santa. Jerusalem Este fue ocupada por el Ejército de Defensa de Israel durante la Guerra de los Seis Días (junio de 1967), y los palestinos la consideran la capital de su futuro estado independiente.
No obstante, en 1980, Israel oficializó la usurpación y convirtió en el papel a toda la localidad sagrada en ‘la capital eterna e indivisible de Israel’. Las versiones coinciden en que la mujer que portaba los explosivos se hizo estallar ante un puesto policial cercano a un lugar donde se concentran militares israelíes.
Ella echó la cabeza para atrás y luego hubo una explosión», dijo a la radio militar una testigo, y agregó que «unos segundos después, su cuerpo estalló en llamas».
Según los primeros informes un soldado y la atacante fueron las víctimas mortales del atentado, pero la cifra de muertos podría ascender toda vez que hay lesionados muy graves.
El atentado fue reivindicado por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa de Al Fatah, que preside el líder palestino Yasser Arafat.
Voceros de las Brigadas indicaron que la acción era por las recientes muertes de varios de sus integrantes en las ciudades cisjordanas de Nablus y Jenin. Según medios de prensa, el atentado suicida disminuyó la confianza que la población de Jerusalem iba adquiriendo.
