Suiza finaliza la investigación sobre las imputaciones del arrepentido iraní vertidas en la causa AM

La pista bancaria del “Testigo C”

En los próximos días, la jurisdicción competente en la Argentina va a recibir las conclusiones del juez de Lausana, Jacques Antenen, encargado de esclarecer las alegaciones del ex agente iraní Abolghasem Mesbahi, alias el “Testigo C”, quien acusara el ex Presidente Carlos Menem de haber cobrado 10 millones de dólares de Irán mediante un banco de Ginebra, a cambio de frenar el sumario por el atentado de la AMIA.

Por Juan Gasparini (Desde Suiza, especial para Nueva Sión)

El magistrado helvético investiga el asesinato del disidente iraní, Kazem Radjavi, perpetrado en las afueras de Ginebra el 24 de abril de 1990. En ese contexto, ha ejecutado la comisión rogatoria enviada por la justicia federal de Buenos Aires, reclamando tomarle declaración al ex espía del régimen integrista. (1) Sus revelaciones conducen a un banco actualmente absorbido por otra institución local, que en los años 80, cuando el terrorismo de los mollahs sacudía Europa, era uno los bancos estrechamente ligados a Israel, según fuentes concordantes de la plaza bancaria helvética.
Mesbahi reconoció ante el juez Antenen, haber vivido en Ginebra entre 1985 y 1987 como funcionario de los servicios de inteligencia de su país, travestido de Reza Abdollahi, un dato corroborado en los archivos del Cantón de Ginebra relativo a los extranjeros que tuvieron permisos de residencia en ese periodo. El “Testigo C” afirmó que en esos años solía concurrir a un banco cercano al Hotel du Rhône, en el casco céntrico de esta ciudad, donde recibía instrucciones de un empleado que le fue indicado por sus superiores jerárquicos, al que conoció como Sharok Sharif, suponiendo que era de origen iraní. El establecimiento se asentaba entre los números 1 y 7 de la Quai des Bergues y operaba como una agencia de cambios que pertenecía al ‘Banque Populaire Suisse’, luego fusionado en el ‘Credit Suisse’. Mesbahi agregó que pegada a la puerta de entrada que utilizara para acceder a ese banco, vio una placa con el nombre “Luxemburgo”. Sin embargo, en el 7 de la Quai de Bergues hubo en la fecha referida una joyería que alquilaba un local al ‘Banque Populaire Suisse’, cuyos titulares se apellidaban Biffiger y Zbinden. Y en el 9 estaba la filial helvética del ‘Dresdner Bank’. Nada certifica por el momento que el termino “Luxemburgo” ornara aquellas paredes, y ningún Sharok Sharif tuvo jamás permiso de residencia en Ginebra ni trabajó en dicho banco, aunque tal vez podría tratarse de un nombre falso para uso instrumental y no de la verdadera identidad del interlocutor de Mesbahi.
El “Testigo C” añadió que si bien algunas de las ordenes recibidas las cumplimentaba ahí mismo, por lo general cruzaba la calle y se internaba unos pocos pasos en la mayor de las islas de la desembocadura del Lago Leman en el Ródano, dirigiéndose al numero 3 de la Quai d l’Ille, sede del ‘Discount Bank Trust’, base principal de sus gestiones financieras involucradas con el terrorismo. El banco inspiró parte de su nombre en otro existente previamente en Israel, y así quedó inscripto en el Registro de Comercio de Ginebra. Ocupaba un edificio hoy propiedad de la ‘Banque Safra’, ahora en refacción, que se encuentra a río de por medio del Hotel du Rhône. Los azares de la historia han dispuesto que ese ‘Discount’ fuera vecino desde el 2000 en adelante del ‘Degroof’, llamado previamente y en otro domicilio no muy lejano ‘Degroof-Luxemburgo’, aunque no fue allí que Mesbahi avistó la palabra faltante en el rompecabezas de las verificaciones en curso del juez Antenen, sino enfrente, como se ha dicho. Por cierto, esa palabra inquieta al magistrado porque ronda en derredor. El ‘Degroof Luxemburgo’ fue autorizado a instalarse como banco en 1996, pero pudo disponer de una oficina de representación desde enero de 1987, y sus principales organizadores habían fundado dos años antes en Lausana la ‘Banque Internacional de Luxemburgo’, con una delegación aparentemente no declarada en el 11 de la Rue Rodolphe Toepffer de Ginebra. Según Stephane Radjavi, el hijo de la víctima cuyo homicidio anima el sumario penal del juez Antenen, la ‘Banque Internacional de Luxemburgo’ tuvo en su personal a un agente de bolsa iraní llamado Mehdí Zahedi, identidad registrada con permiso de residencia en Ginebra en los mismos años que Mesbahi actuaba en esta ciudad.
Es en el ‘Discount Bank Trust’ que el “Testigo C” asegura que tenían una cuenta conjunta Hachemi Rafsanjani, presidente de Irán en el lapso 1985-1987, Ahmed Jomeini, hijo del ayatollah líder de la revolución islamista, y Alí Fallahijan, patrón de la VEVAK, el órgano de inteligencia iraní en el que revistara Mesbahi, al hilo de lo que recogiera la prensa internacional oportunamente. (2) Esa habría sido la cuenta, siempre según él, que dispuso de 200 millones de dólares para financiar los 400 atentados cometidos por Iran en los años 80, principalmente en Europa, que causaran más de 200 víctimas. Desde esa misma cuenta, de acuerdo a los trascendidos de lo volcado por Mesbahi en los procedimientos judiciales, a fines de 1994 o comienzos de 1995, se habrían transferido 10 millones de dólares a una cuenta atribuida al ex presidente Carlos Menem, para eximir a Irán de la voladura de la Amia acaecida pocos meses antes. La ley suiza obliga a los bancos que moran en su territorio a guardar la documentación de sus clientes durante diez años. La ‘Union Bancaire Prive’ (UBP), que adquiriera el ‘Discount Bank Trust’ en junio de 2002, le ha comunicado al juez Antenen que no ha encontrado esa cuenta conjunta de la triple y mortífera firma. Empero, la hipótesis de su existencia se mantiene, recordando que durante los años 80, en plena guerra entre Irak e Irán, Israel había optado por Irán, contra Irak, no pareciendo imposible que un banco como el ‘Discount Bank Trust’ cerrara los ojos frente a las actividades financieras del terrorismo iraní, en la coyuntura internacional de entonces. (3)

(1) El juez Antenen se plegó a la petición del “Testigo C”, que no hubiera funcionarios argentinos durante el reconocimiento bancario realizado en Ginebra el pasado 9 de febrero de 2006, quienes tampoco asistieron a su declaración en sede judicial de Lausana al día siguiente.

(2) El juez Antenen ha lanzado un pedido de captura internacional contra Ali Fallahijan, tenido por máximo responsable de los 13 presuntos asesinos de Radjavi, todos esbirros de la dictadura iraní y debidamente identificados en su causa penal, de acuerdo al diario ‘Le Matin’ de Lausana del domingo 9 de abril de 2006.

(3) Dos jueces de instrucción suizos que investigaron al ‘Discount Bank Trust’ por escándalos de corrupción (lavado de dinero de una banda de inspectores fiscales en Brasil, terrorismo y secuelas del caso Pinochet), afirman que fue un “banco judío”, por su composición accionaria y por sus lazos con Israel. El concepto de “banco judío” es utilizado en la jerga financiera suiza sin que ello signifique, literalmente, que hayan bancos étnicos o que impliquen una denominación oficial.

Nota: Juan Gasparini (1949), periodista, es autor en Argentina de ‘La pista suiza’ (1986), ‘Montoneros, final de cuentas’ (1988), ‘El crimen de Graiver’ (1990), ‘La injusticia federal’ (2005), ‘La fuga del Brujo – Historia criminal de José López Rega’ (2005). En España de ‘Roldán-Paesa, la conexión suiza’ (1997), ‘Borges: la posesión póstuma’ (2000, traducida al francés por Éditions Timéli en 2006) y ‘Mujeres de dictadores’ (2002), estos dos últimos distribuidos también en América Latina. Es coautor, con Norberto Bermúdez, de ‘El testigo secreto’ (1999) y ‘La prueba’ (2001), y con Rodrigo de Castro de ‘La delgada línea blanca’ (2000), que obtuvo el Premio Rodolfo Walsh de Literatura de no ficción 2001 en la Semana Negra de Gijón. En este mes de junio de 2006 publica en Argentina, ‘Manuscrito de un desaparecido en la ESMA – El libro de Jorge Caffatti’ (Grupo Editorial Norma).